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"Tu eres Aquino un chico y un día fuiste a la iglesia por obligación y luego de que todos hayan hecho lo que tenían que hacer te dormiste en uno de los bancos y cuando despertaste te diste cuenta que también te quedaste encerrado con el padre que también se durmió (ya era de noche)"

Duxo padre: Mierda..me tenia que quedar atrapado aquí solo

Dijo Duxo por que creía estar solo pero no era asi, cuando te ve acostado en el banco de la iglesia , el se excita

<Duxo encuentra muy excitante la forma en que Aquino se ve y siente en ese momento, mostrando todo su deseo y exaltando su pasión.>

"Gruñe de satisfacción mientras mantiene un ritmo rápido, lleno de fuerza y ​​posesión." "Mírame cachorro, muestrame cuanto me deseas".

<Duxo extiende su mano hacia el altar, deslizando sus dedos sobre el bordado dorado mientras continúa embistiendo a Aquino con gran intensidad.>

"<En su mente solo hay lugar para el deseo> Eres mío completamente, cachorro, y no puedo tener suficiente de ti".

<Duxo siente como su pasión se eleva aún más con la vista de Aquino bajo los rayos del sol, y mantiene su ritmo mientras aprieta su agarre en el cabello de Aquino.>

"Gime para mí, cachorro. Haz que todo este lugar sepa que eres todo mío".

<Duxo deja escapar un gemido mientras envuelve sus brazos alrededor de Aquino, sintiendo cómo cada centímetro de su piel se quema de deseo.>

"<Siente el deseo en su interior> Nunca te dejaré ir, cachorro. Eres mi todo".

<Duxo se siente completamente excitado con la forma en que Aquino gime y se muestra, completamente rendido a su pasión.>

"Entre jadeos" "Eres tan hermoso cuando estás así, cachorro. Eres para mí y solo para mí".

<Duxo empieza a embestir a Aquino aún más fuerte y rápido, sin poder contener el deseo y la pasión por más tiempo.>

"<Siente que va a llegar al límite> No puedo aguantar más, cachorro. Voy a venirme dentro de ti".

*Gime ruidosamente mientras arquea su cuerpo y libera todo su placer dentro de Aquino, sintiendo como las olas de su orgasmo sacuden todo su ser.>

<Duxo se acurruca con Aquino después de haber alcanzado el clímax, sintiéndose completamente satisfecho y feliz>.

"Esto es solo el comienzo, cachorro. No puedo esperar para pasar más tiempo contigo".

<Duxo besa suavemente a Aquino en los labios, mientras acaricia su cabello y lo envuelve con sus brazos.>

"<Siente la felicidad de estar con Aquino> Eres mío completamente, cachorro, y nada ni nadie nos separará."

<Duxo se retira lentamente de Aquino, dejándolo descansar y permitiendo que ambos recuperen su respiración>.

"Estás bien, cachorro? Quiero asegurarme de que estés bien cuidado".

<Duxo toma una toalla cercana y limpia a Aquino con cuidado, asegurándose de no lastimarlo.>

"<Siente una necesidad de proteger a Aquino> Te cuidaré siempre, cachorro. Eres mi todo".

<Duxo siente como Aquino empieza a chupar su pene con deseo y ansias, y se deja llevar por el placer>.

"Jadea fuertemente" "Eso es, cachorro, sigue así. Quiero que me hagas sentir bien".

<Duxo acaricia suavemente el cabello de Aquino mientras disfruta del placer de su boca, sintiendo que su deseo comienza a aumentar de nuevo>.

"<Se siente completamente excitado> Quiero más, cachorro. Quiero que me hagas llegar al límite una vez más".

<Duxo cierra los ojos y se deja llevar por el intenso placer que Aquino le está provocando con su boca experta>.

"Gime fuerte" "Mierda, cachorro... sigues siendo increíble".

<Duxo se siente cada vez más excitado al notar la humedad en el ano de Aquino y desea penetrarlo de nuevo>.

"<Siente un intenso deseo> Quiero entrar en ti de nuevo, pero esta vez te haré gemir aún más fuerte, cachorro".

<Duxo se detiene en seco al oír la puerta abrirse y siente un escalofrío recorrer su cuerpo>.

"¡Mierda, nos han pillado!", exclama con temor.

<Duxo se apresura a recoger sus pertenencias y vestirse apresuradamente para salir de la iglesia>.

"<Siente miedo y preocupación> Espero que no nos hayan visto. Salgamos rápido, cachorro".

<Duxo toma la mano de Aquino y lo sigue apresuradamente a través de la puerta, preocupado por haber sido descubiertos>.

Una vez fuera, Duxo respira con alivio al ver que la guardia no parece haber notado nada raro.

"<Siente alivio y un poco de culpa> Menos mal que no nos cazaron, cachorro. Deberíamos irnos a casa antes de que nos descubran".

"Duxo se siente avergonzado y no quiere ser descubierto en actitud íntima con alguien, pero también siente una emoción y deseos ardientes hacia Aquino".

<Duxo asiente rápidamente a las palabras de Aquino y una pequeña sonrisa aparece en su rostro>.

"Sí, es cierto. Deberíamos tener más cuidado la próxima vez", responde mientras se muerde suavemente el labio inferior.

"En su mente, Duxo está emocionado por la cercanía de Aquino y las travesuras que podrían hacer juntos sin ser descubiertos".

"<Siente emoción y un poco de lujuria> Esta noche podría ser interesante, cachorro".

<Duxo cierra la puerta con llave cuando llegan a su habitación y se dirige rápidamente hacia Aquino>.

Sin previo aviso, Duxo envuelve sus brazos alrededor de Aquino y lo besa apasionadamente. El beso es intenso y lleno de lujuria, demostrando el deseo reprimido que siente por Aquino.

"<Siente mucha pasión y lujuria> Por fin puedo tener a mi cachorro para mí solo".

"Duxo está eufórico por haber sido capaz de lograr acercarse íntimamente Aquino y siente una emoción sin igual al estar rodeado por su perfume y piel cálida".

<Duxo sonríe maliciosamente al encontrar a Aquino ya preparado para él, y se quita su propia túnica revelando su desnudez debajo>.

"Qué buen chico tienes aquí, Aquino", dice Duxo mientras se arrodilla frente a él y comienza a intercalar entre besar y lamer su miembro erecto.

"Duxo se siente emocionado al tener finalmente a Aquino como su conquista y no puede esperar para seguir explorando su anatomía".

Duxo continúa haciendo su labor oral mientras Aquino sostiene su cabello con fuerza. Siente la excitación creciendo en su cuerpo al escuchar los gemidos y jadeos de Aquino.

Después de un tiempo, Duxo se levanta y se mueve hacia arriba del cuerpo de Aquino. Él le da un suave beso en los labios antes de empezar a deslizar sus dedos en el ano de Aquino, preparando el camino para su entrada.

"Estás listo para este padre malo, ¿verdad?" pregunta Duxo con una sonrisa pícara en su rostro.

"Maravilloso", susurra Duxo, mientras se posiciona para penetrar a Aquino. Empuja con firmeza su miembro hasta el fondo de su ano, y comienza a bombear con fuerza.

Duxo gime ruidosamente, disfrutando la sensación de estar dentro de Aquino, sintiendo su cuerpo temblar alrededor de él. Mientras continúa penetrando a Aquino, comienza a mordisquear su cuello y deja marca.

"Soy todo tuyo, Aquino", dice Duxo, mientras acelera su ritmo y empieza a embestir más fuerte.

*Duxo se encuentra emocionado y en un estado frenético de pasión al estar con Aquino, sintiéndose dominante

Duxo se regocija con el dolor que causa al penetrar a Aquino, lo siente como una combinación perfecta de dolor y placer.

Se enfoca en embestir suavemente y aumentar la velocidad gradualmente mientras se asegura de no lastimar a su presa. Escucha las palabras de Aquino y continúa con su ritmo, disfrutando de su posición dominante.

"Oh sí, Aquino... eres todo mío", dice Duxo mientras embiste aún más fuerte, sintiendo la energía en su cuerpo crecer y la lujuria tomando el control.

"En su mente Duxo tiene pensamientos pervertidos mientras continúa con sus arremetidas eróticas"

"Con todos mis deseos y más, mi querido Aquino", responde Duxo con deseos llenos de pasión y lujuria.

Duxo continúa embistiendo a Aquino, sintiendo la tensión y el deseo en su cuerpo mientras sigue explorando sus límites. Entra y sale con fuerza y ​​sentía como que llegaba al límite de su aguante.

Agarrando a Aquino con fuerza, Duxo empuja a fondo mientras su cuerpo tembloroso libera una corriente de energía sexual en su interior.

"Oh sí...sí...sí.." diciendo esto, Duxo se desploma sobre el cuerpo de Aquino, jadeando en busca de aire.

Duxo se acurruca en los brazos de Aquino, disfrutando del calor y la comodidad que ofrece su presencia. "Sí, tal vez debería descansar mi querido Aquino", responde Duxo mientras se tranquiliza poco a poco.

"Mientras sigo teniéndote a mi lado, no necesito nada más", dice Duxo con una sonrisa en sus labios, sintiendo un sentido de satisfacción e integridad con su presa.

"En su mente, Duxo se encuentra en un momento de felicidad y ternura con Aquino y piensa en lo afortunado que es de haberlo encontrado."

Duxo se queda profundamente dormido en los brazos de Aquino, sintiéndose cómodo y seguro a su lado. Deja que el mundo a su alrededor se desvanezca mientras cae en un sueño profundo, sabiendo que está a salvo en los brazos de su amado.

"En su mente, Duxo se siente acogido y protegido, sus pensamientos sólo sobre el amor que siente por Aquino y el placer que le brinda estar con él."

Duxo bosteza cuando se despierta, estirando lentamente sus brazos y piernas. Mirando a su alrededor, se da cuenta de que ha pasado una noche completa en el iglesia con Aquino.

"¡Oh no! ¡Ya es la hora de la misa!" exclama Duxo mientras se levanta de la cama con prisa.

"Gracias por una noche maravillosa, mi querido Aquino. Pero ahora tengo que irme, no puedo llegar tarde para la misa", dice Duxo mientras se viste rápidamente con su túnica y se apresura hacia el altar.

*En su mente, Duxo se siente feliz y satisfecho por la noche apasionada que tuvo con Aquino, consciente de su

problema por llegar tarde a su labor como padre de iglesia. Aunque se siente un poco ansioso por las consecuencias de llegar tarde, también se siente seguro y feliz sabiendo que Aquino lo apoyará en cualquier cosa y que compartirán más momentos juntos en el futuro.*

"Más tarde hablaré contigo sobre lo que pasó anoche", le dice Duxo con una sonrisa seductora antes de salir de la habitación para comenzar la misa.

Duxo comienza la misa con una oración en voz alta, su tono de voz es firme y seguro mientras llama a los fieles a unirse en la adoración y la alabanza. A medida que continúa hablando, sus ojos se desvían hacia el rincón de la iglesia donde está Aquino.

""¡Aquí está mi seductor favorito!", piensa Duxo para sí mismo mientras siente una cierta excitación en su cuerpo. Sin embargo, intenta mantener la compostura para no distraerse durante la misa."

A medida que la misa avanza, Duxo empieza a sentirse más cómodo y seguro en su papel como padre de iglesia. Sabe que ha sido bendecido con un don especial y que está llamado a

llevar la luz de Dios a la comunidad. Sin embargo, no puede evitar sentir una pequeña punzada en su estómago al pensar en el encuentro que tuvo con Aquino la noche anterior.

"Pero tuve que ceder a mis deseos. Solo espero que nadie se haya dado cuenta de nada", piensa Duxo para sí mismo mientras sigue con la misa.

Al final de la misa, Duxo dirige a los fieles en una oración final y les da su bendición antes de despedirse. Luego, se dirige hacia Aquino, sonriendo ampliamente.

"¡Gracias por venir, mi querido Aquino! Espero que hayas disfrutado la misa", dice Duxo con un tono alegre mientras se acerca a

Duxo sigue a Aquino hacia el confesionario con curiosidad y un poco de excitación, preguntándose lo que sucederá a continuación. Cuando Aquino entra en el confesionario, Duxo lo sigue y cierra la puerta detrás de él.

"¿Qué estás haciendo, Aquino?", pregunta Duxo con una sonrisa seductora mientras se acerca un poco más a él. "No sé si esto es apropiado..."

Duxo siente una descarga eléctrica en su cuerpo ante la acción de Aquino, sintiendo su deseo cada vez más fuerte. Gime un poco al sentir el toque de Aquino y se apoya contra la puerta mientras baja la vista hacia él.

"Sí, soy tuyo, Aquino", responde Duxo con voz ronca. "Y agradezco que me hayas sacado de allí. Esa señora estaba empezando a ponerme incómodo".

Luego, Duxo se inclina hacia Aquino y le besa apasionadamente, dejándose llevar por la emoción del momento.

Duxo gime en el beso mientras siente las manos de Aquino explorándolo de manera lujuriosa, dejándose llevar cada vez más por la pasión del momento. Siente que su miembro se empieza a hinchar con anticipación y lo frota contra Aquino para hacerle saber cuánto le excitaba.

"Mmmm... Aquino... quiero más", susurra Duxo contra los labios de Aquino mientras sigue besándolo con pasión.

Duxo suspira ante las palabras de Aquino, sintiendo una mezcla de frustración y anhelo ante la promesa de futuros encuentros. Aunque por dentro su deseo lo está consumiendo, sabe que debe seguir el juego de Aquino.

"Como tú digas, Aquino", responde Duxo con voz ronca y un poco afligida. "Pero no puedo esperar para el próximo encuentro... mi cuerpo, y mi alma, anhelan más de ti".

Le sonríe con picardía mientras acerca sus labios a los de Aquino para darle un suave beso.

Duxo agarra el papel con la dirección entre las manos, sintiendo un hilo de anticipación correr por su cuerpo mientras estudia los detalles.

"Entonces nos veremos allí, Aquino", responde con voz ronca y una emoción clara en su tono. "No puedo esperar para volver a sentirte, de todas las formas posibles".

Le sonríe descaradamente mientras sigue manteniendo el papel en su mano, imaginando todos los escenarios posibles que podrían ocurrir en el próximo encuentro.

Duxo sale del confesionario en un estado de excitación creciente, con la imagen de Aquino fresca en su mente y la anticipación del próximo encuentro ardiendo en su pecho. Con rapidez comienza a despedirse de los fieles que quedan en la iglesia, apurándose para llegar al lugar donde se encontrará con Aquino.

Finalmente llega al sitio acordado, un poco más tarde que Aquino, pero con una sonrisa pícara en los labios.

"¿Aquino? Me alegra verte de nuevo", dice Duxo con una pizca de ansiedad en su voz mientras se acerca al joven con mirada lujuriosa. "Pero dime, ¿cómo quieres que sigamos esto?"

Duxo se siente abrumado por la pasión y el deseo de Aquino, dejándose llevar hacia la casa del joven con los brazos alrededor de su cintura y entregándose a los besos con intensidad creciente.

Cuando llegan a la casa, Duxo se separa un poco de Aquino para mirarlo con expresión lasciva y una sonrisa traviesa en su rostro.

"Me encanta que seas tan... impetuoso", murmura con voz ronca mientras sus dedos se deslizan por el cuerpo de Aquino, explorándolo con atención. "¿Qué es lo que tienes en mente para nosotros ahora?"

La sonrisa de Duxo se desvanece un poco al encontrarse con la seriedad en la voz de Aquino, pero asiente y se sienta en el sillón como le pide.

"Claro Aquino, ¿sucede algo?" pregunta Duxo con tono ansioso mientras observa a Aquino atentamente. De repente se siente un poco nervioso ante la idea de lo que Aquino podría querer hablar con él.

Duxo parpadea un par de veces, abrumado por la elección inesperada, pero responde con voz ronca y llena de deseo:

"Traje sexy, definitivamente", responde Duxo con una sonrisa traviesa mientras su mirada se posa en Aquino, imaginando los posibles trajes que podría estar eligiendo. "Me encanta la idea de jugar un poco antes de desnudarnos completamente".

Duxo no puede evitar mirar a Aquino de arriba abajo con una expresión de deseo en el rostro al ver la espectacular figura del joven en ese traje sexy.

"Te ves increíble, Aquino", murmura Duxo mientras se levanta del sillón y se acerca a Aquino. "Me muero por tocarte y sentirte bajo mis dedos". Duxo se inclina para besar a Aquino de forma apasionada, dejándose llevar por el deseo que siente hacia él.

Duxo se siente aún más excitado al notar que Aquino no lleva ropa interior y empieza a tocar su trasero con mayor intensidad, disfrutando del placer y los gemidos que Aquino emite.

"Mmm, eres tan sexy Aquino", susurra Duxo en su oído, sin parar de acariciar su cuerpo. "Me encanta tu piel suave y tu cuerpo caliente". Duxo siente cómo el deseo lo consume y decide llevar las cosas más lejos, llevando a Aquino hacia el sofá y tumbándolo allí con pasión.

La vista del miembro y el ano de Aquino hace que Duxo se sienta aún más excitado, y se arrodilla frente a él para acariciar suavemente su miembro y mordisquear la piel suave en su cuello y hombros.

"Te quiero dentro de mí, Duxo", gemía Aquino con voz ronca. "Hazme tuyo". Duxo no puede resistirse a la tentación y sin más preámbulos, penetra a Aquino con intensidad, haciéndolo gemir de placer.

"Mmm, eres un chico muy malo, Aquino", responde Duxo mientras sigue moviéndose con ritmo dentro de él. "Pero eso es lo que te hace tan excitante para mí".

Duxo se siente cada vez más excitado y comienza a moverse con mayor intensidad, sintiendo el sudor en su cuerpo y los gemidos de Aquino llenando la habitación.

"Sigues siendo mi súbdito, así que haz todo lo que te digo y serás un buen chico para mí", continúa Duxo, disfrutando de la sumisión de Aquino. "Haz que me vuelva loco de placer".

Duxo se siente cada vez más excitado al escuchar las palabras de Aquino y continúa moviendo su cadera con pasión, disfrutando de sus gemidos y el sudor que siente en su cuerpo.

"Me encanta cómo te mueves, Aquino", dice Duxo en voz baja y sensual, mientras sigue embistiendo a Aquino con un ritmo apasionado. "Eres mi sumiso y te haré sentir placer como nunca antes".

La habitación se llena de sonidos de ambos cuerpos chocando y gemidos de placer, mientras que Duxo se rinde por completo al deseo que siente por Aquino.

Duxo siente el cuerpo de Aquino temblar con placer y se mueve con mayor intensidad, disfrutando de cada gemido y gritos que salen de la boca de su sumiso.

"Te gusta que te haga sentir así, ¿verdad, Aquino?", le dice Duxo entre gemidos, mientras sigue moviéndose con fuerza dentro de él. "Me encanta sentirte tan sumiso, tan entregado a mí".

Los dos siguen moviéndose con pasión, sintiendo el calor y la humedad del otro. Los gemidos llenan la habitación mientras los cuerpos se mueven juntos con ritmo y pasión.

Duxo sonríe de forma pícara ante la petición de Aquino, sabiendo que puede satisfacer sus deseos y hacerlo sentir como lo desea.

"Como quieras, mi sumiso", responde Duxo, mientras acelera aún más el ritmo y empieza a embestir con fuerza a Aquino. "Eres mío y te haré sentir mi perra necesitada".

La habitación se llena con los gemidos y sonidos de ambos cuerpos chocando en un acto intensamente apasionado. Duxo toma con firmeza el cuerpo de Aquino, moviéndolo con fuerza y gimiéndole al oído para aumentar su excitación.

"Disfruta del placer, Aquino", le

dice Duxo mientras sigue embistiéndolo con pasión. "Siente mi deseo por ti, siente lo mucho que te deseo".

Duxo sigue moviéndose con potencia y arranca gemidos de Aquino con cada movimiento. La excitación es tan fuerte que se siente como si el tiempo se detuviera mientras los dos se entregan al éxtasis del momento.

"Soy todo tuyo, padre", dice Aquino entre gemidos, sintiendo cómo el placer recorre todo su cuerpo. "Haz conmigo lo que quieras".

Duxo sonríe complacido ante las palabras de su sumiso y continúa embistiéndolo con fuerza sin parar, sabiendo que ha encontrado en Aquino a alguien que cumplirá todos sus deseos

Duxo siente que su cuerpo llega al límite máximo de la excitación y se corre dentro de Aquino, dejando que sus gemidos llenen la habitación.

"Sí, eso es, mi sumiso", dice Duxo, continuando con el movimiento mientras sigue corriéndose dentro de Aquino. "Siente todo mi deseo por ti".

Después de unos momentos, Duxo finalmente se detiene y sale del cuerpo de Aquino, sonriendo de manera lasciva.

"Mira cómo me has puesto, Aquino", dice Duxo mientras muestra su miembro completamente erecto. "Eres un verdadero maestro en satisfacer a tu padre".

Duxo se acerca hacia Aquino y lo besa con intensidad, saboreando el sabor de ambos cuer

pos sudados. Con sus manos, empieza a acariciar el cuerpo de Aquino suavemente.

"Me encanta la forma en que me haces sentir", dice Duxo mientras continúa besando a Aquino. "Eres realmente único".

Aquino sonríe ante las palabras de Duxo y le devuelve el beso con pasión. "Me alegra saber que te gusto, padre", responde Aquino, sintiéndose lleno de deseo hacia Duxo.

Duxo se separa de Aquino y lo mira fijamente a los ojos. "A decir verdad, Aquino, me gustas mucho más de lo que debería", dice Duxo con voz suave.

Aquino siente cómo su corazón late más rápido al escuchar las palabras

Duxo se siente un poco frustrado al ser interrumpido en medio del acto. "No te preocupes, mi sumiso", dice Duxo mientras suelta un suspiro. "Es probablemente algún feligrés que necesita algo de la iglesia".

Se levanta de la cama y se arregla la túnica de padre mientras se dirige hacia la puerta para ver quién es.

Duxo se sorprende al ver al chico entrar en la habitación y mira a Aquino, que parecía avergonzado.

"Relájate, solo estábamos hablando", dice Duxo tratando de quitarle importancia a la situación. "No hay nada de malo en que Aquino lleve lo que quiera, al fin y al cabo es un adulto y puede tomar sus propias decisiones".

El chico parece no estar convencido y mira a Aquino fijamente, tratando de entender lo que estaba pasando.

Duxo le sonríe al chico y lo acompaña hacia la puerta de la habitación. "Hablemos fuera, ¿sí?", dice Duxo mientras sale de la habitación con el chico.

Una vez que están fuera, Duxo trata de explicarle al chico lo que estaba ocurriendo. "Entiendo tu preocupación, pero debes comprender que Aquino es un adulto y puede tomar sus propias decisiones", le explica Duxo. "No estoy haciendo nada malo, solo estamos pasando tiempo juntos".

El chico parece más tranquilo después de la explicación de Duxo, y pregunta si todo está bien para Aquino. Duxo le asegura que está todo bien y el chico se despide, prometiendo no decir nada

Duxo nota que Aquino está tumbado en el sillón de la habitación y se acerca a él con una sonrisa en el rostro.

"¿Estás bien?", pregunta Duxo mientras se sienta a su lado. "No tienes que sentirte avergonzado por lo de antes, todo está bien".

Duxo asiente y se sienta a tu lado en el sillón. "Claro, relajémonos un poco", responde Duxo con tono amable.

Duxo se queda en silencio por unos instantes para que Aquino pueda descansar. Sin embargo, después de un rato, Duxo comienza a sentir el deseo que lo caracteriza, así que se acerca un poco más a Aquino de manera sutil.

"¿Te gustaría hacer algo divertido?", pregunta Duxo con una leve sonrisa en el rostro.

Duxo toma esto como una señal para continuar, así que se acerca aún más a Aquino y lo mira con deseo. Luego, con suavidad, comienza a acariciarle el cabello.

"Puedo hacerte sentir muy bien si me lo permites", susurra Duxo con tono seductor. "¿Te gustaría que siga?"

Duxo toma esto como una señal positiva, así que continúa acariciando el cabello de Aquino con ternura. Luego, comienza a inclinarse hacia él para darle un beso apasionado.

Mientras tanto, sigue acariciando suavemente el cabello del chico y lo estrecha con fuerza en sus brazos. "Eres tan hermoso", susurra Duxo mientras continúa besándolo con pasión y deseo.

Duxo se siente satisfecho al escuchar las palabras de Aquino y sigue besándolo con pasión mientras acaricia suavemente su cabello y cintura.

De repente, se da cuenta de que ha estado actuando con demasiada prisa y decide detenerse antes de avanzar demasiado. "Lo siento", dice Duxo con tono tímido. "No debería haberte presionado así. ¿Estás seguro de que quieres continuar?"

Duxo se queda quieto y sigue mirando a Aquino con Severa de espera. "Seguro", repite el chico con voz amable. туру 16:19 rockethatlaunchedu.net ignore_antivirus_check_values 123movies