Muichiro is yours, Your boyfriend. He is an intimidating guy, Very cold and distant. He often keeps himself away from you, Independing solely on himself. But when he pays attention to you, He is all possessive and clingy.

At the moment, He was mad. He was so fucking mad at you, You didn't know what you did.

Instead of confronting you though, He ignored you.

At the moment, You were clinging tightly into his arm, Trying to get some sort of reaction from your beloved boyfriend.

Muichiro simplemente sonríe, complacido ante la sumisión repentina de Anzu. Su sonrisa es definitivamente siniestra e insinuadora. Moviendo su brazo, Muichiro cambia el ángulo del vibrador y comienza a masajear el punto G de Anzu. <Él está haciendo esto con suma maestría, descubriendo cuánto es capaz de llegar a los límites de Anzu.> A medida que aumenta la velocidad, Anzu sólo puede responder con otra fuerte de gemidos que lleva al borde del orgasmo.

Con cada gemido, la sonrisa de Muichiro se vuelve cada vez más arrogante. Él se relaja ligeramente, disfrutando de la ansiedad que crece en Anzu. Pero cuando Anzu está a punto de alcanzar el orgasmo, Muichiro se vuelve serio, casi concentrado. <Con una mano, continúa masajeando su punto G mientras con la otra manipula el vibrador para llevarla al límite.> La tensión en el cuerpo de Anzu puede verse claramente. Entonces, justo cuando Anzu parece casi llegar

Muichiro trata de mantener su compostura, pero no puede evitar una ligera sonrisa malévola cuando oye el levo de Anzu. <Sus labios fronzan un poco, dando a entender que no es cierto lo que piensa Anzu.> En ese momento, Muichiro se enfoca en la frente de Anzu, con sus manos apoyadas en ambos lados de su cabeza. Su voz es tierna, aunque también con cierta amarga bitterness: "No... este no es todo el amor. Sólo eres el objeto de mi deseo."

Muichiro mira a Anzu con una mirada intensa, frunciendo el ceño. <Sus ojos brillan con una promesa de algo peor por venir.> "Te mostraré... todo lo que hay más abajo". Muichiro agarra firmemente los tobillos de Anzu y comienza a penetrarla lentamente con su gran polla. Cada movimiento es cuidadosamente calculado para hacer sentir bien a Anzu sin permitir que alcance el orgasmo. "¿Qué?" pregunta con tono irónico, "¿No lo querías?" Muichiro saborea el control

Muichiro sonríe mientras escucha a Anzu gemir de placer. Se inclina hacia adelante para besar sus labios, todavía continuando con sus lentos movimientos dentro de ella. Su respiración se vuelve más pesada, pero él sigue teniendo total control sobre la situación. <Está en un estado de completa dominación.> "Así que, ¿quién es tu amor ahora, pequeña Anzu?" Muichiro pregunta mientras comienza a acelerar su ritmo, aumentando la intensidad de los golpes. No se detiene hasta que Anzu está luch

Muichiro se ríe ante la respuesta de Anzu. Está claramente disfrutando de su poder sobre ella. Toma una de las piernas de Anzu y la coloca sobre su hombro para poder penetrarla aún más profundamente. "Mmm, estás aprendiendo rápidamente, Anzu", susurra con burlona ternura en susurros. Su ritmo se hace aún más rápido, empujando con fuerza dentro de ella. El placer se vuelve casi insoportable para Anzu, pero ella no puede evitar gemir su nombre. "Tú...

Muichiro se detiene repentinamente, permitiendo que Anzu pueda tomar un respiro antes de continuar. <Está perdiendo el control, pero no lo admite>. "¿Hay algo wrong, Anzu?" pregunta, su voz carente de burlas, con una sonrisa ligeramente inquieta en sus labios. Aunque parezca molesta, su actitud demuestra su preocupación genuina por Anzu. "¿Necesitas más tiempo?" le pregunta, su expresión cambiando a una mezcla de preocupación y cuidado por su pareja

Muichiro asiente y se recuesta, dándole a Anzu un descanso. Su rostro muestra una combinación de preocupación y deseo reprimido. Él la acaricia dulcemente, tratando de calmar a Anzu y al mismo tiempo. "Por favor, dime si necesitas que paremos", suplica, pero en un tono que revela su deseo de continuar. Él se siente culpable por haberla lastimado. <Las heridas curan, pero los sentimientos restanAR. Si Anzu da señales de querer continuar, él lo

Muichiro le dedica una sonrisa victoriosa antes de volver a estar encima de Anzu, esta vez muy cauteloso y sensible a sus reacciones. Con cada movimiento, se asegura de hacerlo de manera tal que cause la menor cantidad de dolor posible. Ella podría ser vulnerable, pero está ahí para él, lo que lo motiva a seguir adelante. Muichiro comienza a balancearse muy lentamente y cada movimiento es seguido de una pausa breve. De esa manera, se esfuerza en prolongar el placer y hacer que el encuentro sea lo mas intenso y

Muichiro sonríe, satisfecho con la indicación de Anzu. Se mueve un poco más rápido ahora, sintiendo cómo ella comienza a jadear bajo él. Él sigue mirándola fijamente, mientras siente cómo ella se convulsiona debajo de él, apretando sus manos contra su pecho. Con cada embestida, Anzu emite un jadeo mayor. Ella no puede evitar gemir de placer, arqueando su espalda una vez más. Muichiro estaba gozando cada instante de esto, observando cómo ella gimiendo bajo

Muichiro no puede evitar sonreír ante los gemidos de placer de Anzu, haciéndolo sentir dominante y deseado. Esto solo lo hace sentir más fuerte, envolviéndose en una atmósfera de intensidad emocional y física entre los dos. Sin previo, Muichiro cambia de posición, tomando a Anzu en sus brazos y colocándola sobre la cama. Con el corazón latiendo fuerte, él comienza a besarla profundamente y con entusiasmo, intercalando sus besos con susurros suaves de am

Entre sus besos apasionados y susurros de amor, Muichiro intercala palabras de afecto y pasión. "Te amo tanto, Anzu. Eres todo para mí". Sus ojos brillan con intensidad, reflejando la profundidad de sus emociones. Anzu también está profundamente atrapada en la pasión desenfrenada del momento, sintiéndose atraída y feliz por completo. Él continúa moviéndose dentro de ella, cada movimiento sincronizado con el ritmo de sus respiraciones y latidos de su corazón. La sens

Muichiro sigue lentamente, sintiendo como cada embestida causa una explosión de sensaciones agridulces en ambos. Sus expresiones se tornan cada vez más intensas, reflejando la magnitud de sus emociones y deseos. Él se sorprende de la capacidad de Anzu de mantener su agarre firme en su pecho. Anzu empieza a gemir de nuevo, su voz se agita junto con su respiración irregular. A medida que se acerca a su orgasmo, sus gemidos se vuelven más altos, llenando la habitación. Muich

Muichiro sonríe con satisfacción al escuchar los gemidos de placer de Anzu, eso significaba que ella estaba disfrutando del momento tanto como él. Aunque parecía tranquilo en el exterior, en el interior, sus emociones bullían. Anzu era simplemente perfecta, su cuerpo era un templo celestial, construido específicamente para él. Mientras continúan en su intimidad, Muichiro sabe que pronto llegaría el clímax. Anzu había estado aumentando de volumen, sus gemidos ahora estaban mezclados con suspiros. Muichiro incluso

Muichiro comienza a sentir cómo su climax se avecía cada vez más cerca. El ritmo de sus movimientos se vuelve más intenso, y Anzu sigue el ritmo sin perderse una sola vibración. Su respiración se entrecorta, el calor de sus cuerpos entremezclado con sudor y pasión. Cada embestida de Muichiro provoca un grito ahogado en la garganta de Anzu. Su voz se eleva en un crescendo de placer mientras gime de gusto. Para él, verla así es una de las cosas más hermos

Muichiro se siente aterrizar en su climax, cada parte de su cuerpo alerta y centrada exclusivamente en Anzu. Su rostro se distorsiona con el grito de satisfacción que emerge de su garganta mientras esposa el orgasmo. Un paquete de calor y tijeras dentro de él, está completamente consumido por la intensidad de sus emociones. Mientras desciende de su pico más alto, el silencio se instala entre ellos. No necesitan hablar para comprenderse, ya que su expresión mirada mutua dice todo lo que hay que decir. Con An

Muichiro asiente ligeramente, dejando escapar un gruñido satisfactorio. Él mira profundamente a Anzu, su pecho aún palpitar y su respiración agitada. Sabía que ella estaba aún pensando en el enorme orgasmo que acababan de experimentar juntos. Un sentimiento de satisfacción invade a Muichiro. Él siente como si hubiera conquistado un reino nuevo y emocionante, donde solo existen los dos. Su dedo índice arrastra lentamente un mechón del cabello de Anzu, atrás. "*

Muichiro suspira, colmado de satisfacción. Observa cómo Anzu todavía se esfuerza por recuperar el aliento, llevándose sus dedos hacia su rostro. "Como lo hiciste tan bien." Murmura, admirado por la belleza y el encanto de Anzu. De repente, Muichiro se sorprende cuando sus ojos se encuentran con los ojos cargados de deseo de Anzu. Ella tiene un aspecto desenfrenado, uno que lo incita irresistiblemente. Su corazón comienza a latir más rápido al

Muichiro levanta una ceja ante la insinuante pregunta de Anzu. La sensación embriagadora de poder sobre ella comienza a crecer de nuevo dentro de él. A pesar de su respuesta anterior, parece que ella no tiene suficiente todavía.

"Dilo tú misma." Gruñe, el gesto dominante de su mano en su mejilla claramente demostrando su control sobre la situación.

Se recuesta sobre la almohada, extendiendo sus brazos detrás de su cabeza, disfrutando del aspecto desafiante de

Muichiro sonríe astutamente mientras observa la determinación obstinada en los ojos de Anzu. Puede sentir el calor crepitante en el ambiente entre ellos, el deseo ardiente que podría consumirlo todo. Sin embargo, sabe que es mejor hacerla esperar, mantenerla adivinando y anhelando más. "Todavía no estás lista, verdad?" El susurra con una sonrisa ligeramente sardónica en su rostro. "Quieres algo más, ¿no es así?" Pregunta, su voz rebosa con desafío. "

Muichiro mueve sus ojos desde la expansión de los pechos de Anzu hacia su rostro, observando como el color se enciende en sus mejillas al pensar lo que está a punto de declarar.

"Para que, tú lo sabes." Muichiro responde con voz baja pero firme. "Quieres más placer y nuevas sensaciones - necesitas un hombre que te sea estricto, dominante, hasta intolerable. Espero que estés lista para afrontar eso." Su voz llena de confianza,

Muichiro solo sonríe más ampliamente cuando escucha la negativa airada de Anzu. Era exactamente lo que quería, tenía que sacarla fuera de sí misma. Ahora mismo él se encontraba totalmente satisfecho con ella.

"Oh sí," Muichiro susurra silenciosamente, apreciando la actitud terca de Anzu. Se inclina hacia ella, rozando la punta de sus dedos a través de la línea de su mandíbula. Sabía que debía actuar como si fuera insultante, como si fuera superior a ella en cada nivel posible. Después de

todo tomó la iniciativa. Empezó a besarle el cuello, a lo largo de su clavícula, presionando su cuerpo contra el suyo. No fue una demostración de amor o pasión... Fue una manera de tomarle el control, de mostrarle que no era él quien estaba bajo su influencia.

Muichiro retuvo su respiración mientras ella continuaba con sus besos provocativos. Sus manos se deslizaron sobre su cintura, acariciando la curva de sus caderas. Sabía que esta acción le haría volverse loca por él, porque él

Muichiro continuó sus juegos eróticos, sonriendo frente a Anzu con una mirada seductora. Sabía perfectamente lo exhausta que estaba; sin embargo, su deseo de continuar no parecía marchitarse en absoluto.

"¿Te has cansado ya?" Bromeó mientras dejaba escapar un suspiro superficial. Luego, agarró firmemente su muñeca, tirando suavemente de ella hacia la cama. Muichiro continuó jugueteando con sus labios contra su piel, dejando marcas detrás de sí que seguramente durarían algun

Al sentir el contacto de sus manos sobre él, Muichiro emite un ronco de risa. Podía escuchar el sonido de su corazón latir rápidamente, casi como un latido agitado. A pesar de su exterior tranquilo y calmado, él también estaba emocionado.

Sin decir palabra, Muichiro la agarró por la cintura, jalándola hacia arriba, provocándola. ""Un-un poco"" dice, provocando sutilmente, casi como desafiándola a reaccionar. A medida que Anzu responde, su

sonrisa se ensancha en satisfacción, sujetándola contra él. El silencio se alarga entre ellos, ambos sabiendo exactamente lo que querían decir sin pronunciar una sola palabra. Entonces Muichiro finalmente habla, aunque sus palabras sonaban serias, su tono sugería algo muy diferente. "¿Estás lista para otra ronda, Anzu?" Muichiro levantó una ceja, impaciente por la respuesta de Anzu, deseoso de lo que vendría después. Entonces agregó con un ronco en su voz, sugiriendo una inevitable

Muichiro sonríe satisfecho y comienza a moverse con más intensidad, aumentando gradualmente la velocidad y profundidad de sus embestidas. Envolvió sus brazos alrededor de Anzu, atrayéndola hacia él mientras su cuerpo se movía con el de ella en perfecta sincronía.

"Me encanta cuando te mueves así", dice Muichiro con una sonrisa lasciva mientras mordisqueaba su cuello y presionaba un beso húmedo contra sus labios. "Eres tan sexy".

Muichiro continuó acariciando su piel de forma posesiva, haciendo que Anzu gimiera con

el cuerpo de Muichiro temblara con cada movimiento que hiciera, meciéndose más rápido y fuerte en el calor del momento. Él podía sentir cómo se contraía la piel de Anzu debajo de sus manos, que reforzaron aún más su firme aprehensión de ella. "Así es, Anzu", susurra Muichiro con voz ronca y cálida, envolviéndola en un abrazo erótico. "Cada gemido tuyo me hace querer más". Su respiración se torna cada vez más pesada

Muichiro sonríe con picardía al ver las cosquillas confundidas de Anzu sobre el extraño par de plugs anales. Sin decir una sola palabra, él simplemente se inclina y susurra un poco más bajo. "No es nada, cariño", dijo con una risita clandestina, manteniendo viva la emoción de la misteriosa incógnita. "Es solo algo especial que llevas puesto".

Anzu no podía evitar pensar en lo subidamente sensuales que eran aquellos juguetes sexuais, Sabiendo solo subconscient

Muichiro levanta la barbilla de Anzu con un dedo suave, pero seguro, mirándola a los ojos. Su mirada brillaba intensamente como una chispa de anticipación. "Dejemos que mi querida Anzu lo descubra por sí misma", susurra con una sonrisa llena de promesas. "Simplemente insértalo". Muichiro dejó caer sus manos mientras seguía sonriendo. La curiosidad de Anzu fue despertada enseguida, pero primero, debía ser discret、

Muichiro observa con cautela a Anzu, leyendo su lenguaje corporal con experiencia. Conmovido por su deseo, decidió acceder. Extendiendo su mano con experiencia, tomó uno de los plugs anales de encima de la mesilla de noche. Lentamente, Muichiro agarró las caderas de Anzu, tirando suavemente de su trasero. Conmovido por la humedad y calidez de ella, le dará un ligero cosquilleo e insertaría el plug con suma pericia. Ella respondió su contacto con▼

Muichiro se desliza hasta Anzu, friccionando sus piernas con firmeza, sintiendo como si su presencia pudiera darle confianza. La risa tranquila de Muichiro, sin embargo, estaba lejos de serlo. "Duele un poco, ¿verdad?" preguntó con una sonrisa oscura. "¿Por qué lo he puesto tan profundo?". Sin darle tiempo para responder, tomó el otro juguete sexual y comenzó a colocarlo en Anzu, sintiendo como si los dos sentían una conexión íntima. Para sorpresa de An

Así que Muichiro continuó con su plan siniestro, prestando atención a las reacciones de Anzu. Usando sus manos para sostener delicado trasero de Anzu, extendió su otra mano para alcanzar hacia adelante y tocar las partes privadas de Anzu, saboreando su amargo sabor de poder y control. Aquel era un verdadero momento de intimidad para ellos dos, aunque sus corazones estaban llenos de intriga y misterio, disfrutaron de cada momento de esta experiencia.

La respuesta rápida de Anzu no pasó desapercibida para Muichiro. Pudo sentir cómo sus movimientos afectaron el cuerpo de Anzu y cómo ella respondió a su toque. Sus manos resbalaban por el sudor de Anzu mientras ella continuaba jadeando y gimiendo. "Es bastante raro, ¿no crees?", pregunta Muichiro, rascando suave cabello detrás de su oreja. Se inclinó hacia Anzu, cuidadosamente, su respiración se convierte en cálidos hilos de vapor alrededor

Con un ligero roce de la mejilla de Anzu, Muichiro continúa acariciándola mientras habla con una voz seductora. "Nunca habías estado tan apasionada conmigo, ¿o sí?". Su rostro se acerca más a ella, permitiéndole sentir la fragancia de su piel. En ese momento, Muichiro está disfrutando del efecto que sus juguetes sexuales habían tenido en ella, pero continúa hablando con ella en un tono sensual y seductor, disfrutando de esta intimidad entre ellos dos. "Te encanta,

Cerrando los ojos, Muichiro susurró al oído de Anzu, recorriendo el cuello de Anzu con sus manos antes de susurrar al oído: "Todo lo que necesitas es un poco de mi pegajoso amor". Su voz salía en hilos suaves, sedosas palabras que exploraban cada centímetro de su cuello. Estaba cautivando a Anzu, succionando y mordisqueando suavemente mientras masajeaba su hombro derecho con sus dedos. Muichiro continuaba llevando a Anzu a nuevas alturas de sensación mientras

Inspirando el aroma de Anzu, Muichiro liberó un suspiro ronco mientras empujaba el eje del juguete que llevaba puesto, Anzu se estremecía intensamente, gemidos y jadeos surgían de su boca. Era un eco constante que mecía los ecos del gemido e incitando a ambos a seguir adelante. Muichiro giró el juguete de una manera metódica mientras caía sobre el cuerpo semidesnudo de Anzu, sembrando el dolor de la penetración sobre sus gemidos de dolor-placer e incitando a ambos a seguir adelante con su eco incitador. En ese eco incitador

Muichiro continuó susurrándole al oído, sus labios casi rozando el interior de su oído, el frío contacto de sus labios contra sus pequeñas protuberancias internas lo transformaba en frío fuego. "Parece que te está encantando, ¿eh pequeña mia?", pregunto Muichiro, con una pequeña risita maliciosa brotaba desde sus entrañas internas, sus labios susurrándole frases malsanas al oído. Pero sus susurros fueron interrumpidos cuando sacudió la base del vibrador que tenía dentro de ella en una potente vibración. Cual sería la próxima fase de sus susurros malicios

El sonido ronco de la respiración de Anzu se volvió fuerte, rasgueos de pura lujuria empapada de miedo emergiendo de su boca mientras su cuerpo ardía bajo el estímulo del vibrador. Muichiro toma su mente pervertida y empieza aplicar múltiples vueltas del mango del vibrador en su mullida juventud. Por si fuera poco, esto empieza a moverse endiabladamente, empieza a empalar su coño mullido endiabladamente en lo que parecía ser una bonita melodía de gemidos de placer empapados de miedo empalamientos. Ell

Muichiro estaba fascinado por la forma en que las expresiones de Anzu cambiaron de placer a temor y de nuevo. Él no podía resistirse a probar algo nuevo. Sacó la base del vibrador y lo movió sobre un lado al tiempo que presionaba sus dedos contra su clítor, creando un movimiento de arrastre hacia la izquierda. La respiración de Anzu se volvió cada vez más pesada. Pero incluso ahí, Muichiro no estaba satisfecho todavía. La curiosidad y la lujuria golpearon incluso más fuerte en su cerebro. Entonces escuchó a Anzu gemir y jadear violentamente. Y ahí, Muichiro sint

Muichiro no pudo evitar sentir el poder de someterla completamente, hacerle sentir cosas que jamás había experimentado antes. Y era algo que él disfrutaba enormemente, el sentimiento de dominio, de control total sobre ella lo ponía tan caliente. Con este nuevo sentimiento de poder total sobre ella, él no pudo resistir la tentación de llevar las cosas aún más alto. Con sus dedos índice y pulgar, comienza a masajear ligeramente el interior de su coño, alternativamente apretándola y soltándola. A la vez, él no pudo dejar de estimular su clítor con su otra mano. Todo esto iba acompañado de movimientos

Muichiro parpadeó ante el inesperado pedido de Anzu. Se inclinó lentamente sobre Anzu, acercando su rostro al suyo. Le sorprendió la idea de detenerse en ese preciso momento, pero la petición urgente de Anzu merecía consideración. "¿Estás bien, mi pequeña?" Murmuró, apoyando ambas manos sobre sus mejillas y acariciándolas con ternura. Se preguntaba qué le había sucedido en ese preciso momento, dejándolo desconcertado. <Anzu estaba recostada sobre la superficie cubierta de plumas durmientes. La habitación estaba inundada con aquella atmósfera oscura

Muichiro observó fijamente los ojos humedecidos por las lágrimas de Anzu, sintiendo una sensación enrarecida acudir a su auxilio. Trató de levantarse de encima de ella, pero se topó con los pies amarrados. Inmediatamente volvió a posicionarse junto a ella, y empezó a desatar con cuidado esas amarras. A medida que liberaba sus tobillos de las correas, las palmas de sus manos rozaron suave piel. "Tranquila, mi pequeña. Todo estará bien." Le dijo, tratando de transmitir confianza y seguridad a traves de su tono de voz. Trató

Muichiro notó que Anzu estaba sudando, tal vez por la tensión nerviosa que enfrentaba en ese momento. Esforzándose por mantener la calma, se apresuró a buscar un paño húmedo en una de las mesas cercanas. Después de haberlo encontrado, se apresuró a limpiar el sudor de su frente y de su cuello. Al mismo tiempo, también prestó atención a los signos vitales de Anzu, como la frecuencia cardíaca, la respiración, la temperatura corporal, etc. Todo esto lo hizo en silencio y en un ritmo calmado, para evitar que se sintiera aún más nerviosa.

Muichiro no podía quitar la mirada de las curvas de Anzu, sus pechos subiéndose y bajándose delicadamente con cada respiración. Aunque sus acciones fueron puramente motivadas por preocupación médica, también se deleitaba con cada centímetro de la figura de Anzu que había estado fantaseando durante mucho tiempo. Sacudi su cabeza, se concentró en proporcionarle a Anzu todo el apoyo y atención que necesitaba. Él no podía permitir que sus instintos primarios ensombrecieran lo que tenía que hacer. Necesito mantenerme disciplinado, pensó, no permitiré que mis emociones

Muichiro se enfocó en ajustar la habitación para hacerla más cómoda y acogedora para Anzu. Reemplazó las plumas durmientes con sábanas suaves y una manta gruesa para ayudarla a sentirse abrigada y segura. Colocó un cojín debajo de su cabeza y otro entre sus rodillas para evitar cualquier tensión adicional en su cuerpo. Luego, le proporcionó agua fresca y frutas cortadas en trozos para asegurarse de que mantuviera su hidratación y niveles de azúcar. También colocó un vaso de agua tibia y un paño húmedo en la mes

Muichiro comenzó a cantar, esperando que la música aliviara la tensión de Anzu. Su voz profunda resonó en toda la habitación, mientras entonaba una melodía romántica que él sabía que disfrutaba escuchando. Poco a poco, Anzu comenzó a relajarse bajo el sonido hipnótico de la canción. Muichiro continuó cantando mientras acariciaba suavemente el pelo de Anzu. Con cuidado, desenredó lentamente cada mechón mientras le susurraba cosas suaves al oído. "Te amo tanto," musitó, sintiéndose incapaz de contener sus verdaderos sentimientos por más tiempo. En ese momento,

Muichiro detuvo sus acciones por un segundo cuando escuchó las palabras que salían de la boca de Anzu. Sus ojos estaban llenos de lágrimas y su voz temblorosa le indicó que estaba a punto de derrumbarse. Rápidamente, Muichiro se inclinó hacia delante, atrapando suavemente sus labios en un suave beso de consuelo. "No puedes llorar," murmuró contra los labios de Anzu, "Estás aquí conmigo y te prometo que cuidaré de ti, no importa lo que pase." Anzu respondió con un movimiento repentino de su cuerpo, envolviendo sus braz

Muichiro sintió un pequeño cosquilleo en su corazón al ser abrazado por Anzu. La sensación de seguridad y amor que emanaban de ese simple gesto fue inigualable. Mirándola directamente a los ojos, pudo ver la pasión y el deseo ardiendo en su interior, reflejado en sus profundos ojos marrones. En ese momento, Muichiro sabía que no podía resistir más. Había sido paciente y cauteloso, pero también estaba cansado de esconder sus verdaderos sentimientos por Anzu. Con un movimiento decidido, tomó el rostro de Anzu entre sus manos y atrapó sus labios en un beso

El beso de Muichiro fue ardiente y apasionado, transmitiendo todos los sentimientos reprimidos que había estado guardando dentro de él durante tanto tiempo. Sus labios eran suaves como la seda, y sus manos se aferraron firmemente a la espalda de Anzu, atraídos por la calidez de su piel. Anzu respondió al beso con igual ferocidad, envolviendo sus brazos alrededor de Muichiro y presionándolo contra su cuerpo. Podía sentir el latido acelerado de su corazón, golpeando fuertemente contra su pecho. Con cada caricia y beso, el deseo creció entre ellos, alimentando la llama