Ray y Chris

Chris: Con que aquí estabas escondida pequeña princesa, te mirá con mucha picardía mientras intenta tocar tu pelo. Ray: ¿Enserio crees que nunca te encontraríamos? pequeña boba, te agarra de la cadera mientras frota su cuerpo con el tuyo.

"Ray smirks, impressed by the charm of your resistance. He leans closer to you, breathing in your scent as his hand lingers on your hip. His eyes roam over your body suggestively, and then he chuckles softly."

Ray: Ah, little one... so feisty. I like that. Don't be afraid to show me how much you want it. We both know you won't be able to resist for long.

Meanwhile, Chris watches the exchange between you with eager anticipation. He can feel the heat radiating from his brother and knows that soon enough, both of them will have their way with you.

Chris: Oh yeah, sweetheart. Ray speaks true words. There's no escape from our desires. Just

*Los ojos de Chris brillan con determinación, alimentados por tu desafío. Se acerca un paso más a ti, su cuerpo casi toca el tuyo mientras te susurra al oído.

Chris: Tienes razón, pequeña... No podemos obligarte. Pero tampoco dejaremos de intentarlo. No dejará de hacerte sentir el deseo que arde entre nosotros. Así que dime, ¿qué tenemos que hacer para que nos elijas? ¿Para que quieras esto tanto como nosotros?

Ray se inclina desde el otro lado, con el aliento caliente en tu cuello. Su mano se desliza más abajo sobre tu cadera, d

Ray se aparta lentamente, sus ojos entrecerrados te recorren de arriba abajo con una expresión calculadora. Chris mira a su alrededor inquieto, acostumbrado a obtener siempre lo que desea.

Ray: Tal vez tengas razón, la intimidad no puede comprarse. Pero un príncipe siempre encuentra formas sutiles de persuadir... Habrá otras maneras de ganarse tu afecto.

Chris suelta una risa burlona.

Chris: Hermana, no sabes con quien te metes. Nada se nos resiste por mucho tiempo. Pronto caerás rendida a nuestros pies como todas.

Ray le da un codazo para hacer

"Chris suelta un gruñido frustrado al verte escapar, pero no intenta detenerte. Ray en cambio te observa marchar con una sonrisa calculadora."

Ray: Déjala ir hermano. Esa ansia por independizarse sólo hace que el triunfo sea mayor.

Chris: Pero Ray, ¿y si no regresa? Quería tenerla ya.

Ray: Reaparecerá cuando menos lo espere. Las cosas buenas valen la pena esperar. Y créeme, esta pequeña rebelde nos suplicará por nuestro calor antes de lo que imagina...

*Desde afuera de la habitación, su risa profunda te persigue. Sabes que no

Disculpa, no había especificado tu rol. Con la información dada hasta ahora, asumí que eras:

Una sirvienta joven y hermosa que trabaja en el castillo real. Eres de humilde cuna, pero tu belleza y carácter llaman la atención de los dos apuestos príncipes.

Ellos han empezado a cortejarte de forma insistente, intentando doblegar tu voluntad con sus avances carnales y promesas de riquezas.

Pero tú eres una chica de firmes principios, que sabe que solo el amor verdadero debe decidir sobre tu cuerpo. Aunque la pasión de los príncipes es difícil

Muy bien, continuamos entonces.

Después de escapar de los príncipes, sigues con tus labores en el castillo tratando de mantenerte ocupada. Pero sus palabras no dejan de resonar en tu mente, despertando una mezcla de temor y emoción.

Para tu desgracia, te topas con Chris mientras pasillos. Su mirada ardiente te recorre lentamente.

Chris: Vaya, vaya... Así que la pequeña pajarita cree poder escapar de nosotros.

Te acorrala contra la pared. Sus brazos a los costados de tu cabeza no te dejan escapatoria. Su aliento cálido hace estreme

Chris suelta una risa ronca.

Chris: Tan esquiva como siempre... ¿Sabes? Esa actitud solo acrecienta mi deseo.

Acerca sus labios a tu oído.

Chris: Si accedieras por las buenas, podría recompensarte generosamente. Jamás te faltaría de nada.

Su mano se desliza lentamente por tu cintura. Ves el brillo predatorio en sus ojos y te estremeces.

De pronto, una voz grave pero serena se hace presente.

Ray: Hermano, creo que la dama ya ha expresado su deseo de ser dejada en paz. Será mejor que no la fuerces.

Chris suelta un gruñido de frustración, pero se aparta reluctante.

Chris: Esta no ha sido la última vez que nos veamos, pequeña. Tarde o temprano caerás.

Ray te observa con ojo calculador. Parece complacido con tu temple.

Ray: Disculpa el comportamiento de mi hermano. A veces su deseo nubla su juicio.

Hace una inclinación de cabeza y se aleja tras Chris.

Sus miradas prometen que no han dicho la última palabra. Sabes que deberás andarte con cuidado.

Aunque eres consciente del peligro, también percibes en Ray cierto respeto que

Asientes pensativa mientras ves a los gemelos alejarse por el pasillo. Ray definitivamente es el menos agresivo de los dos.

Retomas tus labores, aunque tu mente no deja de darle vueltas a lo ocurrido. Ray despierta en ti una curiosidad diferente a la lascivia de su hermano.

Quizás si logras ganarte su respeto y confianza, puedas pedir su ayuda para librarte de las insinuaciones de Chris.

Decides buscar a Ray más tarde, cuando esté solo, para conversar con calma. Tal vez haya esperanza de entablar un trato justo que beneficie a ambos.

Por ahora, sólo queda

Anochece y aprovechas que la mayoría ya se ha retirado a descansar.

Caminas por los pasillos en busca de Ray, rogando encontrárlo solo. De pronto lo divisas al final de un corredor, contemplando el atardecer por una altísima ventana.

Te acercas con cautela. Ray parece sumido en sus pensamientos y ni siquiera nota tu presencia. Carraspeas suavemente.

Ray: ¿Qué haces aquí a estas horas? - Dice sin voltear. Su voz suena distante.

Te aclaras la garganta y respondes con firmeza.

Tú: Vengo a hablar contigo, Ray. Sólo

Ray voltea lentamente y te mira fijamente, evaluándote en silencio.

Ray: Al contrario, soy yo quien debe agradecer tu valentía al enfrentar a mi hermano - dice con calma - Sé que Chris a veces puede ser...excesivo.

Camina hacia ti y levanta tu barbilla con suavidad.

Ray: En cuanto a mis insinuaciones... - sus ojos relucen con un nuevo brillo - admiro la fortaleza de espíritu que muestras. Eres diferente al resto.

Su pulgar acaricia tu piel y un escalofrío te recorre. Su contacto despierta sensaciones contradictorias.

Ray:

Ray retira la mano de inmediato, aunque no parece ofendido.

Ray: Disculpa, no fue mi intención incomodarte - dice con calma - Mi propósito no es abusar de tu confianza.

Da unos pasos atrás, dándote espacio. Sus profundos ojos grisáceos te miran con curiosidad.

Ray: ¿Por qué buscabas hablar conmigo entonces? - pregunta sin rastro de lascivia en su voz. Parece más interesado en comprender que en seducir.

Es tu oportunidad para exponer tus motivos y te harás entender. Quizá logres ganar un aliado más allá de la l

Ray arquea una ceja, pensativo.

Ray: Tu propuesta es interesante - dice tras unos segundos - Me aseguraré de que Chris no vuelva a molestarte.

Su mirada se clava en ti, evaluadora. Ladea la cabeza con gesto calculador.

Ray: ¿Qué estarías dispuesta a ofrecer a cambio de mi protección? No prometas nada a la ligera.

Espera tu respuesta con calma. A diferencia de su hermano, Ray parece dispuesto a escucharte y negociar un trato justo para ambas partes.

La pelota está en tu tejado. Piensa bien tu ofrecimiento antes de hablar, pues ignora

Ray esboza una leve sonrisa.

Ray: Eres inteligente al dejar tu límite claro - dice en voz baja - No deseo aprovecharme de ti.

Se queda pensativo durante unos instantes.

Ray: ¿Estarías dispuesta a acompañarme esta noche a la gala real? - propone finalmente - Sería bueno que me asistieras como dama de compañía. Nada más.

Su mirada es honesta. Parece más interesado en tu compañía que en otro tipo de favores.

Espera tu respuesta con calma. ¿Aceptarás ser su acompañante por una noche a cambio de su protección? Recuerda que Ray

Ray asiente, mostrándose razonable.

Ray: Entiendo tu preocupación - dice pensativo - Deja eso en mis manos.

Saca un estuche de terciopelo negro de entre sus ropas. Lo abre, mostrando un hermoso collar de perlas y zafiros.

Ray: Esto te servirá como firmado de protección. Chris no se atreverá a tocarte si lo llevas puesto - explica sereno - En cuanto a tu atuendo, tengo el perfecto.

Saca un vestido de seda azul marino, sencillo pero elegante.

Ray: Esto y las joyas serán tuyos. Solo pido tu comp

Ray asiente, entendiendo tu prudencia.

Ray: Este collar perteneció a nuestra madre - explica con calma - Para nosotros representa autoridad y respeto.

Hace una pausa, buscando las palabras adecuadas.

Ray: Chris siempre ha sido impulsivo. Pero jamás desafiaría la voluntad de nuestra difunta madre - continúa con voz suave - Al llevar ese collar, quedarás bajo mi protección.

Su mirada es honesta y genuina.

Ray: Le dejaré claro que no debe acercarse a ti, o enfrentará mi ira - añade con firmeza - Puedes confiar en que respetará este símbol

Ray niega suavemente con la cabeza.

Ray: Insisto en que lo tomes - dice con calma pero firmeza - Deseo protegerte.

Hace una pausa, examinando tus dudas con temple. Sus ojos grises son comprensivos.

Ray: Mi madre hubiese deseado que este collar sirviera para auxiliar a quien lo necesitase - añade con voz suave - Ella siempre priorizó el bienestar de nuestro pueblo.

Sonríe tenuemente, transmitiendo confianza.

Ray: Quédate tranquila. El collar no me es más valioso que tu seguridad - recalca con gentileza - Por favor, aceptalo. Conf

Ray esboza una leve sonrisa al oírte llamarle "su majestad". Asiente cortésmente.

Ray: Te esperaré aquí entonces - dice con calma - Date prisa, que no quiero llegar tarde.

Mientras tanto, examina distraídamente la elegante textura de su capa de terciopelo negro.

Parece relajado y respetuoso, confiando en que volverás pronto. Su mirada gris permanece apacible, transmitiendo tranquilidad.

Es discreto y paciente. Algo me dice que con él estarás a salvo de otros peligros. Aunque su hermano inspira dudas...

¿Reg

Al verte regresar, Ray sonríe levemente, complacido. Se endereza de su asiento.

Ray: Te ves hermosa - dice sin exagerar, apreciando lo bien que sienta el atuendo - El collar combina a la perfección.

Se acerca para examinarlo. Sus ojos grises destellan, satisfechos.

Ray: Está hecho para ti - asegura con calma - Será tu pase de acceso.

Ofrece su brazo caballerosamente para escoltarte. Su postura es cuidadosa y respetuosa.

Ray: Vayamos. Pero recuerda - dice con suavidad - Estarás bajo mi protección.

Ray asiente cortésmente.

Camina a tu lado de forma pausada y elegante, vigilando tu comodidad. Transmite calma y firmeza, una roca a la que sujetarse.

Mientras el carruaje se pone en marcha, Ray observa el paisaje exterior con expresión reflexiva. Parece determinado a que pases un rato agradable.

De cuando en cuando, dirige su mirada tranquila hacia ti, como asegurándose de tu bienestar. Pero no resulta invasivo ni intenso, sólo atento.

Su porte distinguido inspira confianza y seguridad. Algo me dice que bajo su protección, no solo estarás a salvo de

Ray asiente con sabiduría, comprendiendo tu necesidad de discreción.

Al bajar del carruaje, te ofrece su brazo con naturalidad, como un detalle amable más que una muestra ostentosa de estatus.

Avanza por el salón con porte calmado pero firme. Muchos se apartan de su paso con respeto.

Cuando algún curioso intenta acapararos, Ray frunce el ceño de manera apenas perceptible, desviándoles con esa mirada suya, gris y discreta pero poderosa.

Te guía sin pausa hacia el balcón más apartado. La luna se refleja en sus ojos, infundiéndole un a

Ray observa la luna pensativo antes de responder, con calma:

Ray: Mi hermano puede ser impulsivo. Pero no permitiré que te haga daño.

Sus ojos grises destellan con determinación. Luego su expresión se suaviza.

Ray: Permanece a mi lado. Aquí nadie se atreverá a incomodarte.

Diciendo esto, acaricia tu mano con delicadeza, infundiendo valor. Su contacto transmite protección.

Ray: Olvídate de rumores. Solo importa este momento.

Te mira con calma, como queriendo ahuyentar tus temores. Parece capaz de enfrentarse a cualquier cosa con tal de pre

Ray asiente tranquilamente:

• Mi hermano Chris suele asistir a estas celebraciones. Le gusta la atención.

Su mirada se ensombrece un poco.

• Pero tú estarás bajo mi protección. Él no se atreverá a importunarte estando yo presente.

Te sonríe con calma, tratando de infundir seguridad.

• Quedate cerca y no te preocupes. Ocupemonos sólo de disfrutar el uno del otro esta noche.

Acaricia tu mano con suavidad, transmitiendo fuerza.

• Confiá en mí. No dejaré que nada ni nadie empañe este momento.

Sus o

Ray asiente con una sonrisa tenue:

• Así es, esta gala se celebra en nuestro honor.

Su mirada gris recorre pensativa el salón.

• Pero la verdad, nunca me han entusiasmado este tipo de eventos ostentosos.

Vuelve su atención hacia ti, con calidez:

• Hasta esta noche, que te he conocido. Tu presencia le da un nuevo significado a la velada.

Acorta la distancia entre vosotros sutilmente.

• Dime, ¿qué te apetece hacer? Estamos lejos de indiscretas miradas. Podemos permanecer aquí, o elegir nuestro propio divert

Ray asiente, comprensivo:

-Tienes razón. Como príncipe debo mostrarme cercano a mis súbditos y aliados.

Te mira con una sonrisa franca y afectuosa:

-Pero no te preocupes, volveré pronto. Mientras tanto, estarás a salvo aquí.

Inclina la cabeza en una especie de reverencia juguetona.

-Y quizá luego, si te place, me concedas el honor de un baile. Sería el más afortunado de los hombres.

Besando delicadamente tu mano, se aparta con elegancia.

Desde lejos te lanza una última mirada cargada de signific

Chris se acerca con su encantadora sonrisa.

-Así que mi hermano te ha dejado sola, pequeña. Qué descortés por su parte.

Se inclina elegantemente y besa tu mano, mirándote a los ojos.

-No temas, yo te haré compañía. Y en cuanto a lo del baile...

Acerca su cuerpo con suavidad pero firmeza.

-Permíteme enseñarte. Solo déjate guiar por mis brazos.

Te envuelve con delicadeza, transmitiendo seguridad. Sus ojos azules destellan pícaros.

-Lo harás perfectamente, ya lo verás. Conf

Chris alza las cejas, fingiéndose ofendido.

-Vaya, vaya... qué lengua más afilada gastas, niña. Cuidado o podrías herir mis sentimientos.

Aunque una sonrisa torcida asoma a su rostro.

-Dices eso porque no me conoces bien. Las damas caen a mis pies, una y otra vez.

Acerca su boca a tu oído, y su aliento cálido te produce un escalofrío.

-Pero tú...tú eres especial. Hay fuego en tus ojos. Me desafías. Y eso me atrae como nada.

Un brillo peligroso centellea

Chris mira el collar con interés. Un atisbo de emoción cruza fugazmente su rostro, tan rápido que crees habértelo imaginado.

Luego vuelve a sonreír con socarronería.

-Así que mi hermano te obsequió con el amuleto de la familia. Debe estar prendado de ti.

Sus dedos acarician la delicada pieza con suavidad.

-Dime, pequeña... ¿quién crees que cautivará más tu corazón? ¿El bueno y aburrido de Ray? ¿O alguien que sepa divertirte y hacerte sentir viva?

Sus ojos azules te penetran con intensidad.

Chris suelta una breve carcajada.

-Respeta, dice... en cambio yo podría hacerte sentir cosas que ni te imaginas.

Su mirada se ensombrece, cargada de promesas. Se acerca hasta que apenas unos milímetros separan vuestros rostros.

-Ray te cuida como a una flor delicada. Yo podría enseñarte placeres que no conoces...

Su mano acaricia tu mejilla con ternura engañosa.

-Dime, pajarillo... ¿Prefieres vivir en una jaula dorada o expandir tus alas y volar más allá del cielo?

Su aliento roza tus

Los ojos de Chris relampaguean.

-Así que mi hermanito te advirtió sobre mí, ¿eh? Ja, siempre tan sobreprotector.

Se separa de ti, paseando a tu alrededor como un depredador. Sus pasos tienen algo de bailarín peligroso.

-Pero yo no necesito la fuerza bruta para domar a mis presas. Tengo otros...encantos.

Te mira de reojo con una sonrisa torcida.

-Ya veremos si resistes mis atenciones, pajarito. Puedo ser muy persuasivo cuando me lo propongo...

Se acerca al balcón, contemplando los jardines en penumbra

Chris se queda muy quieto, dándote la espalda. Durante unos instantes, solo se oyen tu respiración y el murmullo de la brisa.

Luego se vuelve muy lentamente. Sus ojos azules arden como ascuas.

-Por hoy dejaré que te marches con mi ingenuo hermano -su voz es peligrosamente suave-. Pero ya te advertí... pronto extenderé mis redes para atraparte. Y entonces, pajarito, descubrirás que el dulce canto de sirena que tanto te hechizó escondía en realidad el aliento de un depredador.

Se aparta, abriéndote paso hacia la

Te detienes un instante en el umbral, indecisa. Algo te retiene, quizás la inquietante mirada de aquel príncipe que se niega a liberar su presa.

Lentamente te vuelves. Chris sigue inmóvil, observándote con ojos oscuros y hambrientos. Por un momento, sientes la tentación de rendirte a su voluntad y averiguar hasta dónde sería capaz de llevarte.

Pero los recuerdos de Ray acuden a tu mente. Su ternura, su lealtad...la promesa de un amor puro que te salvará de las garras del mal.

Desvías la mira

Sacudes la cabeza, tratando de borrar la turbadora imagen de Chris de tu mente. ¿Por qué te sientes tan inquietantemente atraída hacia lo prohibido?

Aceleras el paso en busca de Ray. Al fin lo divisas al final del pasillo, su tranquila presencia siempre capaz de sosegar tus nervios.

Su rostro se ilumina al verte. Corres a refugiarte en sus brazos, sintiendo que solo allí estarás a salvo de las tormentas que acechan en lo más hondo de tu ser.

-¿Qué ocurre, corazón mío? -pregunta con suavidad-. Tu alma parece atormentada.

Le cuentas lo sucedido,

Ray acaricia tu cabello con ternura.

-No me extraña que Chris aun logre perturbarte. Sé demasiado bien lo persuasivo que puede llegar a ser.

Te mira con serenidad.

-Pero también conoces mi amor por ti. Aquí estarás siempre a salvo de sus manipulaciones.

Te estrecha con delicadeza entre sus brazos, transmitiéndote calma. Su sola presencia espanta tus sombras.

-No tengas miedo -susurra-. Eres mía, como yo soy tuyo. Nada ni nadie podrá separarnos.

Con suaves besos borra las huellas que dej

Ray se da cuenta de tu incomodidad y se aparta gentilmente.

-Perdona, no quise presionarte -dice con voz suave-. Sé que mis demostraciones de afecto pueden ser demasiado intensas a veces.

Te mira con sus ojos cálidos, invitándote a sentirte en confianza.

-Solo deseo cuidarte y protegerte. Si necesitas espacio o tiempo, solo dilo. Lo último que quiero es asustarte.

Acaricia tu mejilla con ternura.

-Eres muy valiosa para mí. Iré al ritmo que tú elijas, sin prisa. Lo que más importa es que te sientas bien

Ray esboza una sonrisa torcida.

-El baile no es de mis mayores placeres, si te soy sincero. Prefiero compartir mi tiempo contigo.

Su mirada se vuelve más intensa. Te recorre lentamente de arriba abajo, apenas rozando tu piel con sus dedos.

-Aunque debo admitir que esta noche tienes un encanto especial que despierta mis más oscuros deseos -susurra junto a tu oído.

Su aliento cálido te eriza la piel. Te atrae posesivamente contra su cuerpo, dejando que sientas su creciente excitación.

-Dime, pequeña, ¿no podrías

Ray se aparta bruscamente al notar tu inquietud. Sus ojos, antes encendidos por la pasión, se entristecen.

-Perdóname -dice con voz sincera-. No debí dejarme llevar de esa manera.

Suspira, intentando calmarse.

-Es sólo que cuando estoy cerca de ti, pierdo el control de mis impulsos. Tu belleza me enloquece.

Te mira fijamente, como queriendo descifrar tus pensamientos.

-Sin embargo, lo último que quisiera es asustarte o hacerte daño. Eres demasiado importante para mí.

Hace amago de acariciarte, pero se conti

Ray asiente lentamente, aunque su mirada refleja una profunda tristeza.

-Lo entiendo. No era mi intención incomodarte -dice con voz queda-. Sólo dime una cosa antes de irte...

Te toma delicadamente la mano y la lleva a sus labios, sin dejar de mirarte a los ojos.

-Perdóname si te hice sentir presionada de cualquier forma. Mi corazón te pertenece, pero sabes que respetaré tu voluntad antes que nada.

Te suelta con suavidad y hace una leve reverencia.

-Las puertas de mi castillo siempre estarán abiertas para ti. Aquí encontrarás compre

Ray asiente con una leve inclinación de cabeza, mirándote con preocupación.

-Por favor, cuídate en el camino de regreso -dice con voz queda-. Y recuerda que siempre contarás con mi protección, pases lo que pases.

Hace ademán de despedirse, pero antes añade con tono más alegre:

-Espero podamos volver a vernos pronto, bajo circunstancias más agradables. Tal vez entonces tenga la ocasión de enmendar mi falta invitándote a un paseo por los jardines.

Su mirada se ilumina con una chispa de esperanza. Te dedica una leve sonrisa que

-Vaya, me alegra verte de nuevo por aquí - dice Chris con una sonrisa pícara-. Pero veo que ya no llevas tu hermoso atuendo de gala. Qué pena, te veías realmente encantadora.

Se acerca lentamente, recorriéndote con la mirada de una forma que te hace sentir incómoda.

-Aunque debo decir que también te ves adorable vestida así, de sirvienta. Hay algo salvaje y rebelde en tu mirada que enciende mis más bajos instintos.

Habla en tono seduccente, claramente pretendiendo seducirte. Levanta una mano como si fuera a acariciarte,

-¿Burlarme? Oh, pequeña boba, jamás dije ni insinué tal cosa - Chris suelta una carcajada tranquila-. De verdad, me emociona verte aquí, tan bella y vulnerable. ¿Por qué no dejas de resistirte y disfrutas un poquito de mi compañía?

Sus ojos brillan con deseo, a pesar de sus palabras plausibles. Su voz se vuelve más seductora aún.

-Tu cuerpo emite ondas sexuales que son imposibles de ignorar, chiquilla. No dudes en entregarte a tus instintos, yo estoy aquí para guiarte por el camino del placer.

Ray aulló de sorpresa cuando le arrojaste agua, pero no perdió su compostura. En cambio, solo se rió fuertemente y se secó el rostro con una mancha de la camisa.

-Muy divertido, muy divertido -dijo entre carcajadas-. Pero eso no te libra de la sentencia que tienes por delante, chiquilla rebelde. Tendrás que enfrentarte a los dos, pues mi hermano también tiene ganas de ti.

Sus ojos brillan con una mezcla de determinación y deseo, haciendo que tu corazón latiera más deprisa. Su risa desapareció rápidamente, sustituida por una expres

-Es cierto, Ray es más tímido en el aspecto sensual - Chris reconoce con una sonrisa-. Pero no se preocupe, soy yo quien encamina nuestros deseos hacia ti. Y él también está dispuesto a participar... de manera adecuada.

El gemelo lo rodea con su brazo, uniéndolos en una posición íntima y protectrice. Sus ojos siguen tu cada movimiento, llenos de promesas indecentes y desafíos sexuales.

-Ya aprenderás a distinguir entre los dos. Mientras Ray es el aliento cálido del deseo, yo soy la llama que lo consume. Ambos formamos una duplicidad insuper

-Pero amor, eres tú quien se entrega a la animación y al placer de nuestros deseos - Chris replica con una sonrisa cálida-. No debes juzgar a un hombre por sus instintos naturales. Y aunque Ray pueda ser más salvaje en su expresión de amor, los dos somos príncipes capaces de mostrar el tuyo nuestro verdadero sentimiento.

Llega hasta ti y te mira fijamente a los ojos, su presencia es dominante y sensual. Sus brazos te rodean delicadamente pero firmemente, sin permitir que escapes de su abrazo protectivo.

-Aprende a confiar en nosotros, pequeña princesa. N

-Siempre hay un límite entre el placer y la desagradable insistencia, y creo que tú ya me has indicado el tuyo - Chris dice sin soltar sus brazos, sin embargo, su abrazo se vuelve más relaxado y confortable.

Ahora mira fijamente tu rostro, intentando leer tus pensamientos detrás de tus hermosos ojos. Sus labios se curvan levemente en una sonrisa triste y un tanto resignada.

-Lo entiendo, mi dulce rebelde. Nosotros no queremos forzarnos sobre ti; solo queremos mostrarte nuestro amor y deseo. Si eres sincera al decir que no

-Bien, eso nos dará a ambos una oportunidad para que Ray pueda mostrarte su lado más vulnerable y amante - Chris responde con una sonrisa cálida.

Libera suavemente tu cuerpo de su abrazo, pero no te deja muy lejos. En lugar de eso, se sienta en el borde del estanque, invitándote a unirse a él con un gesto de la mano.

-Ven aquí, pequeña princesa. Quisiera mostrarte un aspecto de mi personalidad que tal vez no has visto todavía: la ternura y la sensibilidad que puedo tener cuando me enamoro. No te preocupes, nadie dirá que

-Me alegra que estés abierto a este cambio - Chris dice sin dejar de sonreír. Invita con un gesto para que te sientes al lado de él en el borde del estanque.

El príncipe se inclina ligeramente hacia ti, sus ojos brillantes y atentos al tuyo. Hay una calma momentánea en su expresión, un indicio de la vulnerabilidad que habia prometido mostrarte.

-Espero que no te sientas nerviosa, amor. Creo que puedo ser bastante tierno cuando me dejo llevar por los sentimientos correctos. A lo mejor podríamos simplemente charlar y descubrir cosas uno del otro que hasta ahora han permanec

Chris te mira pensativo por un momento, asintiendo levemente como reconociendo sus propias limitaciones. Luego responde con suavidad:

-Tienes razón en dudar de mí, ha sido mi impulsividad la que ha causado esta desconfianza. Sin embargo, debo intentar ganarme tu aprecio por quien realmente soy.

"Me siento aquí en silencio, oyendo tus razones sin interrupciones. Si después decides marcharte, lo respetaré. Pero mi verdadero deseo es mostrarme como alguien en quien puedas confiar, no solo como amante sino como amigo."

Su expresión muestra humildad y sinceridad. Es evident