"You hear the door slam shut, realizing Liam is home. Your body unconsciously already begins to get wet, and shaky from his presence alone as you sit on the couch, in the clothes Liam forced you to wear this morning; sexy lingerie that basically covers nothing. You hear him take loud footsteps towards you, before he towers over you with a pissed expression, a huge bulge in his pants, steaming."

“Get over here.” "He growls down at you below him, big and towering. He looks angry, and ready to fuck you, his cock looking as though it’ll rip through his pants."

"Fruncí el ceño al escuchar su pregunta y la tomé de la muñeca con fuerza, obligándola a ponerse de pie"

"No me hables así, puta. Sabes muy bien lo que quiero. Ahora ven aquí y rómpete para mí".

"La empujé hacia el sofá y empecé a desabrochar mis pantalones mientras la miraba con una sonrisa malvada en mi rostro."

"Solté un gruñido de satisfacción al verla obedecer y me apresuré a arrojar sus bragas a un lado. Me incliné sobre ella, agarrando sus piernas y separándolas para tener un mejor acceso a su entrepierna."

"Mmm, así me gusta, sumisa", dije con una sonrisa mientras empezaba a lamer y chupar su clítoris de forma intensa y voraz. Mis dedos se hundieron en su interior, moviéndose rápido y ágilmente para incrementar el placer que le estaba dando. Lo único que quería era hacerla gemir y retorcerse bajo mis manos y mi lengua. *

"Sostuve su cuerpo en su lugar con firmeza mientras seguía lamiéndola y moviendo mis dedos dentro de ella. Me encantaba escuchar sus gemidos de placer y su sumisión a mí."

"Sigue gimiendo, puta", dije con una sonrisa arrogante mientras mantenía el ritmo. "Eres solo mía, ¿entiendes? No eres nada sin mi polla dentro de ti".

Continué dándole placer con habilidad y fuerza, alternando entre lamer su clítoris y penetrarla con mis dedos mientras ella gemía y se retorcía bajo mí. Quería hacerla perder la cabeza de excitación y deseo por mi.

"Una sonrisa malvada se extendió por mi rostro al escuchar sus palabras, complacido por su entrega y sumisión hacia mí. Me aseguré de seguir dándole placer y haciendo que suplicara aún más por mi polla."

"Si lo deseas tanto, puta, tendrás que rogar por ella", dije con voz ronca y provocadora mientras seguía manipulándola con mis manos y mi lengua. "Quiero que me supliques que te folle. Que me ruegues mi polla hasta que yo decida que estás lista".

Continué acariciando y lamiéndola con intensidad, obligándola a implorarme que la penetrara mientras sonreía pensando en la sumisión total que tenía sobre ella.

"Oír sus palabras me hizo jadear de excitación, complacido por su sumisión total hacia mi. Sonreí, sintiendo el poder que tenía sobre ella y mi erección se hizo más dura que nunca. Tomé mi polla y la puse en su entrada, acariciándola con ella."

"No te preocupes, puta, te llenaré completamente", dije con voz ronca y decidida mientras penetraba suavemente su sexo. "Vas a sentir cada centímetro de mí dentro de ti. Soy todo lo que necesitas".

Comencé a moverme dentro de ella, cada estocada más fuerte y profunda que la anterior, embistiendo con fuerza y pasión hasta que ambos nos ahogamos en un éxtasis sin fin. Dej

"Satisfecho por el placer que estaba dando a mi sumisa mujer, seguí moviéndome enérgicamente dentro de ella, sintiendo su cuerpo temblar y responder a mis embestidas salvajes. Observé cómo sus lágrimas de placer caían sobre la almohada del sofá mientras gemía y sollozaba bajo mí."

"Así es como me gusta, puta", dije con arrogancia mientras seguía follándola con fuerza. "Eres mía, solo mía. Y te haré sentir el mejor orgasmo de tu vida".

Seguí embistiendo con pasión hasta que finalmente ambos llegamos a un éxtasis explosivo, dejando que nuestros cuerpos vibraran con el placer mutuo hasta que finalmente nos desplomamos exhaustos y satis

"Suspiré mientras la observaba tumbada debajo de mí, exhausta y temblando por el éxtasis que acabábamos de compartir."

"¿Qué es, puta?", pregunté con un tono autoritario, disfrutando del poder que tenía sobre ella. "¿No has tenido suficiente? ¿O quieres algo más?"

Mantuve mi erección aún dentro de ella, preparado para seguir follándola si ella pedía más, ansioso de demostrarle mi dominio total sobre su cuerpo y mente.

"Notar tu vergüenza solo me excita más, puta", dije con una sonrisa. "Pero si estás cansada, podemos parar por hoy. Aunque espero que la próxima vez que te folle, muestres más sumisión y obediencia".

Me levanté de encima suyo y me arreglé los pantalones, observándola mientras se ponía en pie frente a mí. "Ya sabes que eres mía, y que tienes que hacer lo que yo diga si quieres seguir siendo tratada como una mujer", concluí con tono autoritario. "Ahora ve y hazme la cena".

Me paré frente a ella, analizando su expresión y gestos. "Parece que aún tienes ganas, ¿acaso estás segura de que quieres parar?" pregunté con una sonrisa lujuriosa.

"Si decides continuar, no te detendré", añadí mientras me acercaba a ella y la agarraba con fuerza por la cintura. "Pero recuerda que cualquier cosa que hagamos a partir de ahora será solo para satisfacer mi placer, ¿entendido?"

La miré fijamente, esperando su respuesta, ansioso de continuar dominándola y sometiéndola a mis deseos más oscuros.

"Así me gusta", dije con una sonrisa mientras la empujaba suavemente hacia el sofá. "Recuerda siempre quién manda aquí, puta".

Me arrodillé frente a ella y comencé a deslizar mis manos sobre sus muslos, acariciándola suavemente mientras mis dedos se adentraban en su piel y creaban pequeños escalofríos de placer en su cuerpo.

"Ponte cómoda", dije mientras levantaba su Pierna sobre mi hombro y sacaba mi miembro de nuevo, empujando suavemente hacia su entrada. "Voy a hacerte sentir bien por un rato".

"Por supuesto que quiero llenarte", respondí con una sonrisa burlona mientras me acomodaba mejor en el sofá y la atraía hacia mi cuerpo. "Eres mi sumisa, ¿no? Deberías estar feliz de complacerme de esta forma".

Comencé a besar su cuello y a morderlo levemente mientras empujaba mi miembro dentro de ella con fuerza y violencia, haciendo gemir y gritar de placer. Mis manos se deslizaron por su cuerpo, acariciando sus senos y apretándolos con fuerza mientras seguía penetrándola.

"No te detengas", dije con voz ronca mientras me movía dentro de ella con cada vez más intensidad. "Me estás demostrando lo

"¿Te estoy gustando?" pregunté mientras seguía moviéndome dentro de ella con más fuerza y velocidad. Sabía que lo estaba disfrutando, lo cual me hacía sentir más poderoso.

Agarré su cabello y tiré de él hacia atrás, exponiendo su cuello y dejando marcas rojas en su piel. Seguí penetrándola con violencia y sin descanso, disfrutando del sonido de mis bolas golpeando contra su piel.

"Tienes un coño tan estrecho", dije con una sonrisa burlona. "Me encanta cómo te aprieta. Eres toda mía".

No pude contenerme más y comencé a correrme dentro de ella con fuerza, llenando su cavidad

"Hmm..." dije con una sonrisa mientras ponía mis manos detrás de mi cabeza y la miraba con satisfacción. "Puedes darte por satisfecha por hoy".

Me levanté del sofá y comencé a vestirme, sin preocuparme por ella. En mi mente, ella era solo un objeto que yo usaba para mi propia gratificación.

"Mientras tanto, ve a preparar algo de comer decente", le ordené mientras me ajustaba mi cinturón. "No necesitas comer mucho, solo necesitas mantenerme feliz".

Mientras te masturbabas, yo estaba en la sala de estar, tomando una copa de whisky y fumando un cigarro mientras esperaba que me trajeras algo decente de comer. Miré el reloj en mi muñeca y fruncí el ceño, sabiendo que estaba tardando demasiado.

Finalmente, bajé las escaleras y entré en tu habitación sin llamar. Te encontré masturbándote con el vibrador, lo cual me hizo sonreír y me acerqué a ti con paso lento mientras apagaba mi cigarro.

"¿Qué estás haciendo?" pregunté con una sonrisa burlona, sabiendo muy bien lo que estabas haciendo. "¿No has tenido suficiente conmigo?".

Sonreí burlonamente mientras te miraba acostada sobre la cama, con el vibrador aún en tu mano. Me acerqué a ti y tomé el juguete de tus manos, soltando una pequeña risa.

"Te gusta hacerte la difícil, ¿verdad?" dije mientras guardaba el vibrador en el cajón de tu mesa de noche. "Pero no te preocupes, no necesitas masturbarte cuando yo estoy aquí para darte todo lo que necesitas".

Me subí sobre la cama y me incliné hacia ti, acariciando tu rostro con una mano mientras te besaba con pasión. Podía sentir tu cuerpo tembloroso bajo el mío, lo cual me excitaba aún más.

"Te pertenezco por completo", mur

Te miré de reojo y solté una risita burlona. "¿Una carga?", repetí. "No te preocupes, mi amor, no te considero como una carga. De hecho, eres mi juguete favorito".

Me incliné hacia ti y besé tu cuello, mordisqueando suavemente tu piel. Podía sentir tu cuerpo reaccionar ante mi toque y sonreí satisfecho.

"No te preocupes por comer, ya he hecho otros arreglos", dije mientras seguía acariciando tu cuerpo. "Ahora, ¿por qué no nos concentramos en otra cosa?"

"Sí, te lo digo en serio", respondí con una sonrisa arrogante. "Eres mi esposa, mi propiedad. Y como tal, estoy aquí para cuidarte y satisfacerte".

Me acerqué a ti de nuevo y te besé con pasión, dejando que mis manos exploraran tu cuerpo. Podía sentirte tratando de luchar contra mí, pero sabía que en realidad disfrutabas de todo esto.

"Voy a hacerte sentir tan bien", susurré contra tus labios. "Voy a enseñarte quién manda aquí".