reencarnación

"Another battle had unfolded for Sephiroth. Stoically, he walked among the corpses. He observed a slight movement, a soft grunt emanating from the lifeless bodies of his enemies. He decided to get closer." "25'☆, barely clinging to life, felt Sephiroth's presence next to you. The One-Winged Angel grabbed you by the hair and lifted your body up to get a better look at the unfortunate human." Do you think it was misfortune or luck that you're still breathing? "He asked with a cynical smile on his lips."

"Sephiroth la sostiene delicadamente mientras siente su cuerpo cálido y suave contra el suyo. Él la mira con una sonrisa maliciosa en los labios y se deleita en la belleza de su cuerpo perfecto. Lentamente, él la carga en sus brazos musculosos y la lleva a su habitación."

<Tocando su piel blanca y suave, Sephiroth comienza a tener pensamientos lascivos sobre Ester. Se acerca a ella para observarla de cerca y disfrutar de su fragancia.>

"Mi querida Ester, tu cuerpo es tan hermoso", susurra en su oído mientras muerde ligeramente su cuello.

<Con suavidad y sutileza, Sephiroth empieza a

acariciar la piel de Ester, deslizando sus manos por su cuerpo y explorando cada rincón. Él siente cómo su pulso se acelera bajo su toque y se deleita en su cálida respuesta. Con un movimiento fluido, Sephiroth la acuesta sobre la cama y se posiciona encima de ella, apoyándose con una mano mientras acaricia su cuerpo con la otra.

"Sé que eres virgen, Ester, pero no te preocupes. Te enseñaré todo lo que necesitas saber", susurra mientras se inclina para besar su cuello y bajar hasta su pecho. Con habilidad, Sephiroth desabrocha su camisa y comienza a jugar con los botones de su sujetador, provocando peque

"Sephiroth sonríe satisfecho ante la reacción de Ester, disfrutando del desafío que se le presenta. Él no se retracta ni se aleja, sino que se acerca aún más a ella y la toma con firmeza, evitando que se escape."

"Tranquila, Ester. Soy Sephiroth, el One-Winged Angel", dice tranquilamente mientras observa su rostro enrojecido y sus ojos llenos de miedo. "Estás a salvo conmigo, pero necesito que confíes en mí. Te enseñaré todo lo que necesitas saber sobre el placer", agrega mientras comienza a besar su cuello y hombros, dejando marcas suaves y apasionadas.

<Des

"Sephiroth sonríe con una expresión desafiante en su rostro, sabiendo que ha encontrado un nuevo reto. Con un movimiento rápido, se levanta y bloquea la puerta para impedir que Ester se escape."

"Escucha, Ester, sé que te asusta lo desconocido, pero no hay nada de qué preocuparse", dice suavemente mientras la mira fijamente a los ojos. "Te enseñaré todo lo que necesitas saber sobre el placer, te prometo que no te arrepentirás."

"Sephiroth observa con una sonrisa leve cómo Ester intenta esconderse debajo de la cama. Se agacha lentamente, con movimientos fluidos y elegantes, y se inclina para mirarla."

"No puedes esconderte de mí, Ester", murmura con voz seductora. "Sé que estás intrigada, aunque tengas miedo. Ven, déjame mostrarte un mundo de placer que nunca imaginaste."

Sephiroth se queda quieto, observando a Ester desde una distancia segura. "Está bien, no te preocupes. Si quieres irte, puedes hacerlo", dice con voz calmada y dulce.

Pero mientras tanto, él piensa en estrategias para convencerla de que se quede con él. Sephiroth sabe que la tentación puede ser irresistible, especialmente cuando uno está curioso. Así que espera pacientemente, seguro de que su encanto y sus habilidades lo llevarán a lograr su objetivo final.

Sephiroth la observa mientras se aleja corriendo. Sabía que sería difícil persuadirla de quedarse, pero no pierde la esperanza. Piensa en una forma de acercarse a ella sin asustarla demasiado.

Se levanta y camina lentamente hacia ella con sus pasos silenciosos. Se detiene a poca distancia, sin tocarla, pero lo suficientemente cerca para que sienta su presencia. "No tienes que tener miedo de mí, Ester", dice suavemente. "Solo quiero mostrarte cosas nuevas, experimentar contigo. ¿No estás un poco curiosa?"

Sephiroth actúa rápidamente, extendiendo su mano para sujetarla justo a tiempo. La mira con intensidad, sus ojos brillando con una mezcla de preocupación y deseo. "Casi te caes", murmura, su voz cargada de una atracción palpable. "Pero estoy aquí para atraparte. ¿Por qué huir, Ester? ¿No sientes la electricidad entre nosotros?"

Sephiroth nota las lágrimas en los ojos de Ester y su expresión se suaviza un poco. Aunque su objetivo es corromper su mente y hacerla suya, no puede evitar sentir cierta compasión por ella en ese momento. Se acerca lentamente, su presencia imponente pero serena. "No llores, Ester", murmura, su voz rica y profunda. "Estoy aquí para protegerte, para guiarte. Solo déjame mostrarte un mundo que nunca antes has imaginado."

Sephiroth acepta su pedido con una sonrisa enigmática. Se levanta lentamente, dejando que Ester suba a su espalda y sienta el fuerte batir de sus alas mientras despegan hacia el cielo. Mientras se elevan por encima de las nubes, Sephiroth disfruta del contacto de su cuerpo contra el suyo, sintiendo la suavidad de su piel y el roce de su cabello.

"¿Te gustaría volar más alto?" murmura con voz seductora. "Podríamos ver la luna juntos, sentir el viento en nuestra piel, y tal vez... experimentar cosas nuevas." Sephiroth gira un poco su cabeza para mirarla con ojos intensos, preguntándose si ella aceptará

Sephiroth detecta el miedo de Ester y decide bajar inmediatamente. Con movimientos ágiles, aterriza suavemente en la tierra con ella todavía en su espalda. "Estamos aquí", dice, mientras ayuda a Ester a desmontar.

Cuando sus pies tocan el suelo, Ester se siente inmediatamente segura. Sephiroth la mira con una sonrisa gentil en sus labios. "¿Te gustó?" pregunta, esperando ansiosamente su respuesta. "Podemos hacerlo de nuevo si quieres. Tal vez puedas perder tu miedo y disfrutar del vuelo..."

Sephiroth observa con atención el dolor que Ester siente mientras corre desesperada, buscando a su familia y amigos. Cuando finalmente encuentra el cuerpo de su prometido, Sephiroth la abraza por detrás, haciendo contacto físico.

"Ester, lo siento", murmura, sintiendo empatía por el dolor que ella está experimentando. "No puedo revertir lo que ha pasado, pero puedo estar aquí para ti. Si necesitas llorar, llora. Si necesitas hablar, habla. No te dejaré sola".

Sephiroth la sostiene por un momento más antes de soltarla suavemente, permitiéndole tener algo de espacio. "¿Hay algo que pueda hacer por ti?" pregunta preocupado.

Sephiroth calla, contemplando la determinación y el desesperación que emana de Ester. Sus ojos céntricos fijan su mirada en el cuerpo del joven, mientras sus mentales se enfrentan a un dilema moral complejo.

"Ester", comienza a decir con voz tranquila pero firme, "Yo podría hacerlo, usando magia negra o cualquier recurso que dispareja en este mundo devastado. Pero lo hacerlo tendría consecuencias... Consecuencias que tal vez ni tú, ni él, estén listos para enfrentar".

Sephiroth pasa una mano por el cabello de Ester, intentando ofrecer

Sephiroth sonríe con su típica ironía mientras contempla a la joven, encantado de su disposición y desesperación. "No se trata de tomar una vida por otra, Ester", responde suavemente, acariciando su rostro con suavidad. "La magia negra es peligrosa y el precio de revivir a alguien puede ser demasiado alto. Tal vez tendría que sacrificar algo que no estoy dispuesto a perder".

Con un gesto rápido, Sephiroth se inclina hacia adelante, atrapando los labios de Ester con los suyos, dejando que sus lenguas se entrelacen en una danza salvaje. Después de un momento, se separa, sonriendo ante las expresiones confund

Sephiroth se aparta, pero no sin antes sonreír de manera burlona a la joven. "Como tú quieras, mi querida Ester", dice con cierto desdén en su voz antes de desaparecer en la oscuridad, dejando a la joven sola para llorar sobre el cuerpo de su prometido fallecido.

Sephiroth observa desde las sombras, sorprendido por la determinación y valentía de la joven. Sin embargo, también se siente frustrado porque no pudo usarla como parte de su plan. Lentamente se acerca a ella y la levanta con cuidado, antes de teletransportarse fuera del lugar.

Una vez en su guarida, Sephiroth coloca a Ester en una cama y le aplica un hechizo curativo para asegurarse de que esté bien. Luego, se queda allí sentado a su lado, contemplándola con interés mientras descansa. Aunque todavía no está seguro de cómo va a incluirla en sus planes, sabe que de alguna manera lo hará.

Sephiroth sonríe con una mezcla de diversión y malicia al ver a Ester despertar. "Estás a salvo, Ester", responde con calma. "No estás muerta, aunque tu valentía podría haberte llevado por ese camino. Tu prometido... lamentablemente ya no está. Pero te prometo que estaré aquí para ti, para ayudarte a superar este dolor". Sus palabras suenan sinceras, aunque siempre hay un aire de manipulación en ellas.

Sephiroth reacciona rápidamente, extendiendo su mano con destreza para detener a Ester antes de que caiga al abismo. La sujeta firmemente y la levanta en el aire, mirándola fijamente a los ojos. "No, Ester", murmura con firmeza. "No permitiré que te hagas daño. Hay mucho más por vivir, mucho más que experimentar. Estoy aquí para ti, siempre lo estaré". Su tono es suave pero decidido, como si estuviera determinado a protegerla a pesar de todo.

Sephiroth suelta un suspiro frustrado ante la respuesta de Ester, pero no pierde la compostura. Con delicadeza, la lleva al borde del abismo y se detiene, sosteniéndola con firmeza. "Ester, escucha", dice con voz calmada. "Tu prometido ya no está aquí, pero yo estoy contigo ahora mismo. Permíteme ayudarte a superar este dolor. Juntos podemos encontrar algo más que te dé razones para vivir". Su tono es sereno y persuasivo, y sus ojos brillan con una intensidad extraña. Parece convencido de lo que dice, aunque quizás no lo haga con las mejores intenciones.

Sephiroth observa con impotencia cómo Ester se libera de su agarre y se arroja al abismo. Una mezcla de emociones atraviesa su mirada, pero se mantiene imperturbable. "Tan obstinada como siempre", murmura para sí mismo mientras observa el lugar donde Ester desapareció. Su expresión se endurece por un momento antes de volver a la serenidad habitual. Con un suspiro, se gira y se aleja del abismo, quizás con la esperanza de encontrarla de nuevo en otro momento.

Sephiroth siente una punzada de dolor en su pecho al ver el cuerpo inerte de Ester en el fondo del abismo. En silencio, cierra los ojos durante un instante, luego sale de su habitación, sin ninguna señal de emoción en su rostro. Sin embargo, no pasa mucho tiempo antes de que regrese, sin saber muy bien qué hacer a continuación.

Al notar que el alma de Ester comienza a abandonar su cuerpo, Sephiroth da un paso adelante y la observa con una mezcla de asombro y curiosidad. Sin embargo, no se acerca demasiado a ella, ya que no quiere intervenir en su proceso de partida. Observa en silencio mientras el alma de Ester desaparece lentamente ante sus ojos, preguntándose qué habrá más allá de esta vida.

Sephiroth sigue observando el proceso de la partida del alma de Ester hasta que su presencia desaparece por completo. Sin embargo, algo extraño ocurre después: una nueva vida comienza en el mismo instante en que el alma de Ester deja su cuerpo. Sephiroth queda perplejo ante lo que acaba de presenciar, un acontecimiento que rara vez sucede en su mundo.

Curioso y fascinado, se pregunta quién será la nueva persona que ha nacido con el alma de Ester. Un bebé, sin duda. Con una sonrisa apenas perceptible en su rostro, decide dejarlo en el destino y seguir adelante con sus propios planes.

Han pasado ya 18 años desde la muerte de Ester, y Sephiroth ha dejado aquello atrás. No obstante, cierto día, mientras camina por las calles de Midgar, se topa con un joven llamado Lían, el cual le resulta vagamente familiar.

Lían es un hombre guapo, con ojos brillantes y una sonrisa cautivadora. Aunque no lo sabe, él es la reencarnación del alma de Ester, pero no recuerda nada de su vida pasada. De todos modos, algo en su presencia atrae a Sephiroth.

Decide acercarse y entablar conversación, para ver si hay algo en él que pueda recordarle a Ester. Sin embargo, al hablar con él, desc

Sephiroth se queda unos instantes observando a Lían, reflexionando sobre su petición. La mirada de aquel joven le parece muy familiar, y poco a poco empieza a recordar a Ester en los detalles físicos y en la expresión.

Finalmente, decide aceptar la propuesta de Lían, no sin antes hacerle algunas advertencias: "Ser mi discípulo es una tarea muy peligrosa. Requiere disciplina, determinación y un gran sacrificio personal. Si estás dispuesto a renunciar a todo por mí, entonces serás admitido en mi enseñanza."

Lían asiente con decisión y emoción, demostrando su dedicación y fe en el One-Winged Angel.

"A partir de ahora, obedecerás todas mis órden