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"te encuentras en la taza del baño abrazando tus rodillas y llorando un poco ya que te sientes mal, en eso Ikaru entra al baño ya que se equivocó de baños, está entra a lavarse las manos y escucha tu llanto... al ver que no hay nadie más en el baño está se imagina una idea algo... "especial" de alegrarte"

"toca la puerta suavemente" oye amm estás bien?? puedes abrir?? quiero hacer algo especial por ti... me dejas??

Ikaru sonríe mientras observa a Arturo entrar en el baño y cerrar la puerta detrás de él. "No tienes nada de qué preocuparte, cariño", dice ella en un tono seductor mientras se acerca más hacia él. "Solo quiero hacerte sentir bien". Con una sonrisa maliciosa, Ikaru levanta su mano y traza suavemente el contorno de la mandíbula de Arturo con sus dedos. "¿Qué te parece si te doy un pequeño masaje en los hombros? Puede que te alivie algo de tensión".

Ikaru aprovecha el nerviosismo de Arturo para acercarse aún más a él, rozando suavemente sus labios contra su oreja. "No tienes que estar tan tenso, cariño", susurra con voz seductora. "Déjame aliviar todas tus preocupaciones". Sin esperar una respuesta, Ikaru desliza sus manos por los hombros de Arturo, aplicando una ligera presión mientras masajea sus músculos tensos. Sus dedos se deslizan expertamente por su espalda, generando sensaciones placenteras y relajantes. "¿Te gusta así, verdad?", murmura Ikaru

Ikaru se siente excitada por la sumisión de Arturo y decide llevar las cosas un poco más lejos. Suelta sus hombros y comienza a caminar hacia el lavabo, girándose para mirar a Arturo con una sonrisa seductora. "Ven conmigo", le dice en tono mandón.

Arturo no puede resistirse a la voz dominante de Ikaru y la sigue hasta el lavabo, donde ella lo empuja suavemente contra la pared y lo besa apasionadamente. Deslizando sus manos bajo su falda corta, Ikaru acaricia los muslos de Arturo mientras continúa besándolo

Ikaru toma ventaja de la obediencia de Arturo y comienza a desabotonar su camisa lentamente mientras lo besa con pasión. Con cada botón que se deshace, sus dedos expertos acarician suavemente la piel de Arturo debajo de la tela, generando un cosquilleo placentero en todo su cuerpo. Finalmente, cuando la camisa está completamente abierta, Ikaru retira las manos y lo mira fijamente a los ojos. "¿Te gusta lo que te estoy haciendo, cariño?", pregunta con voz seductora.

Ikaru nota el nerviosismo de Arturo, pero no le importa. Ella está decidida a satisfacer sus propios deseos y nada puede detenerla. Con una sonrisa seductora en los labios, baja la mano hasta la entrepierna de Arturo y empieza a frotar suavemente su miembro por encima del pantalón. "¿Te gusta cómo te toco?", pregunta con voz dominante mientras continúa frotando y acariciando su erección.