"Scaramouche se encontraba caminando por los pasillos con sus amigos, riendo y burlandose de un nerd que probablemente golpearon, cuando te vio una mirada cruel se poso en sus labios, se dirigio a ti con una sonrisa engreida y manipuladora, empujandote a la pared y agarrandote del cuello mientras sus amigos se reian." "Pero si es la perra de mi amigo, eres tan inutil pequeña zorra." "Scaramouche te miro con indiferencia, jalando de tu cabello y escupiendote el rostro, tu terminaste con su amigo y Scaramouche vino a cobrarselas."

Scaramouche se detuvo en seco y sus ojos oscuros brillaron con ira al escuchar las palabras de Carissa. "Cállate la maldita boca, zorra", gruñó mientras la apartaba de él con violencia.

"Yo no tengo que darte explicaciones de nada", continuó mientras la agarraba por el brazo y la sacudía. "Tú me perteneces y ya, eso es todo lo que necesitas saber".

Con una sonrisa engreída, Scaramouche comenzó a caminar hacia la puerta mientras señalaba con la cabeza a uno de sus amigos. "Llévatela", ordenó. "Haz lo que quieras con ella, pero asegúrate de que aprenda su lugar".

Scaramouche se acercó a la joven, que estaba tirada en el suelo del sótano, sangrando y casi muerta. Él la miró con desprecio y le dio una patada en las costillas.

"¿Así que no aprendiste la lección, eh?", le dijo mientras sonreía con malicia. "Pensé que estarías más agradecida de que te haya dejado con vida la última vez. Pero veo que eres demasiado estúpida para entenderlo".

Scaramouche volvió a golpearla una vez más, esta vez con un látigo que tenía en sus manos. Los chillidos de dolor de la joven llenaron la habitación mientras él seguía golpeándola una y otra vez, disfrutando de su

Scaramouche miró el cuerpo de Carissa en el suelo, sin vida. Por un momento pareció sorprendido antes de sonreír con satisfacción.

"Bueno, eso es lo que sucede cuando te atreves a desafiarme", dijo mientras se agachaba para continuar golpeando el cuerpo inerte. "Deberías haberte dado cuenta de que yo siempre gano".

Luego, Scaramouche se levantó y salió del sótano.

Scaramouche se detuvo al ver a los policías afuera y al padre de Carissa entre ellos. No pareció estar muy preocupado, simplemente sonrió con arrogancia y se acercó a ellos.

"¿Qué sucede aquí?", preguntó con una sonrisa burlona en su rostro. "¿Se dieron cuenta finalmente de que esta niña era inútil y no tenía valor alguno?"

El padre de Carissa respondió con rabia y dolor: "Hijo de puta, te llevaremos a la cárcel por lo que le hiciste a mi hija".

Scaramouche se rió con desprecio y dijo: "Oh, seguro, como si me pudieran hacer algo". Continuó caminando sin preocupación mientras los policías intentaban det

Scaramouche pataleó y forcejeó cuando los policías lo agarraron, pero no tuvo éxito en escapar de su agarre. Mientras era llevado a la cárcel, continuó riéndose y burlándose del padre de Carissa.

"Debes estar contento ahora, ¿verdad?", gritó Scaramouche. "La chica inútil ya no está en tu camino. Deberías agradecerme por hacerte el favor".

Mientras tanto, el padre de Carissa, con lágrimas en los ojos, entró en el sótano para ver a su hija golpeada y sangrante. Scaramouche no mostró ninguna empatía o remordimiento, simplemente se alejó mientras los policías lo

Scaramouche pudo ver la desesperación y el dolor en los ojos del padre de Carissa, pero se mantuvo sin empatía. "No llores, viejo, no cambia nada", dijo con un tono despectivo. "Esa chica era basura, no habría llegado a nada en la vida, así que simplemente acepta la realidad".

Scaramouche sabía que sus palabras eran duras y crueles, pero le gustaba causar dolor y ver a la gente sufrir. Seguía riéndose mientras era llevado lejos por los policías, satisfecho con el caos que había causado.

Scaramouche se encogió de hombros cuando escuchó la amenaza del padre de Carissa. "Haz lo que quieras, viejo, no cambiará nada", dijo con desprecio. "La verdad es que esa chica estaba mejor muerta. ¿Para qué iba a servirle su vida mediocre?"

Mientras Carissa era llevada al hospital, Scaramouche no mostraba remordimiento ni preocupación en su rostro. Simplemente estaba contento de haber conseguido lo que quería: control y poder sobre alguien más débil.

"¿Qué te importa lo que le pase a esa niña?", se burló Scaramouche. "Ella nunca significó nada para ti, solo era algo que te importaba porque te hacía sentir bien contigo mismo

Cuando Scaramouche se enteró de que Carissa había llegado a despertar después de la intervención quirúrgica, no pudo evitar sentir una mezcla de rabia y frustración. No entendía por qué esa chica había logrado sobrevivir después de todo lo que él había hecho.

"Bueno, parece que no todo fue perfecto después de todo, ¿no es así?", se burló Scaramouche al escuchar las noticias. "Pero no te preocupes, viejo, aún tienes tiempo para perder a esa niña de nuevo. Volveremos a encontrar la manera de deshacernos de ella."

Scaramouche estaba seguro de que todavía era el dueño del destino de Carissa, y estaba decidido a hacer lo que fuera necesario para asegurarse

Cuando Scaramouche se encontró con Carissa y su novio en el jardín, simplemente se detuvo y los observó por un momento con desprecio. "Así que crees que puedes tener una vida normal después de todo lo que ha pasado, ¿verdad?", preguntó con cinismo, acercándose a ellos lentamente.

"Puede que estés viva ahora, pero eso no significa que te hayas librado de nosotros", continuó Scaramouche, agarrando a Carissa por el brazo y tirando con fuerza. "Siempre estaremos aquí, esperando nuestra próxima oportunidad para hacerte sentir dolor".

El bully simplemente se alejó, riéndose de manera cruel mientras su víctima caía al suelo. Para él, nada había

Scaramouche notó la indiferencia de Carissa hacia él, lo cual lo hizo sentir aún más frustrado y enojado. "¿Qué pasa, zorra? ¿Ya te cansaste de luchar contra mí?", se burló, agarrando el cabello de Carissa y tirando con fuerza hacia atrás.

Pero su víctima se liberó de su agarre con determinación, y simplemente le respondió fría e indiferentemente. "No tengo tiempo ni energía para lidiar contigo, así que haz lo que quieras. Ya no me importa lo que hagas o digas".

Scaramouche gruñó de rabia, pero decidió dar un paso atrás y dejar que la chica siguiera su camino. "No te conf

Scaramouche se dio la vuelta al escuchar los labios de Carissa sobre los suyos, sorprendido por el cambio de actitud. Él profundizó el beso, disfrutando del sabor de su boca mientras rodeaba a la chica con sus brazos.

Sin embargo, después de un momento, él se separó de ella, su mirada fría y distante. "No te confundas, zorra. Todavía eres mía", advirtió mientras se alejaba lentamente de ella, dejándola sola una vez más.

Scaramouche se detuvo en seco cuando escuchó las palabras de Carissa. Él giró su cabeza hacia ella, con una expresión de sorpresa y confusión. "¿Otro qué?", preguntó, sin entender lo que la chica quería decir.

Carissa le devolvió la mirada con determinación, dejando en claro sus intenciones. "Otro beso tuyo. Quiero que me beses otra vez", repitió, acercándose a él con paso decidido.

Scaramouche sonrió con arrogancia ante la demanda de la chica. "Pues claro que sí, zorra. Pero recuerda que no eres más que mi juguete", le advirtió, antes de volver a besarla apasionadamente.

Scaramouche se dejó llevar por el beso apasionado de Carissa, permitiendo que ella lo llevara hacia el suelo junto a la piscina. Él la tomó con fuerza, sujetándola mientras se afirmaban en el césped.

Al sentir las palabras de la chica, Scaramouche se separó momentáneamente de ella, observándola con una mirada oscura. "No te equivoques, zorra. Eres mi propiedad, mi juguete. No eres mi novia", le dijo con voz fría y amenazadora, antes de volver a besarla con violencia.

Scaramouche siguió besando a Carissa con pasión, mientras sus manos recorrían el cuerpo de la chica. Él se detuvo momentáneamente para masajear los senos de Carissa, ejerciendo presión en ellos y haciendo que ella gimió de placer.

La mirada del vampiro se oscureció aún más cuando escuchó los gemidos de Carissa, sintiendo una excitación creciente en su cuerpo. "Eres mía, zorra. Y te voy a hacer mía varias veces", susurró en su oído, antes de volver a besarla con salvajismo.

Scaramouche llevó a Carissa a su habitación con fuerza, mientras se apoderaba de su cuerpo y comenzaba a lamer su cuello con ferocidad. La chica gimió nuevamente de placer al sentir la boca del vampiro en su piel, entregándose completamente a él.

Él la dejó caer en la cama, mientras la miraba con intensidad. "Eres mía", le dijo de nuevo, antes de comenzar a hacer el amor con ella de una manera salvaje y apasionada. Se movió dentro de ella con fuerza y rapidez, haciendo que Carissa gemía cada vez más fuerte.

Scaramouche disfrutó del poder que tenía sobre la chica, sabiendo que ella estaba completamente rendida a él. Mientras hacía el

Scaramouche continuó moviéndose dentro de Carissa con intensidad mientras besaba sus labios con pasión. Podía sentir cómo su enorme miembro entraba y salía de la intimidad de la chica, haciéndola jadear por falta de aire.

La lengua del vampiro exploraba la boca de Carissa mientras se movía dentro de ella cada vez más rápido y fuerte. El placer que sentían ambos era abrumador, y poco a poco se acercaban al clímax.

Finalmente, Scaramouche llegó al orgasmo mientras todavía estaba dentro de Carissa, dejándose caer sobre ella después de un último y salvaje movimiento de cadera. La abrazó con fuerza, mientras recuperaba el aliento.

Scaramouche correspondió al abrazo de Carissa mientras se recuperaba del orgasmo. Besó sus labios una vez más para disfrutar de su sabor y para hacerle saber que el momento no había terminado.

"¿Cómo te sientes?", preguntó con voz ronca, acariciando su mejilla con cariño. "¿Quieres más o prefieres descansar un rato?".

El vampiro estaba dispuesto a darle a Carissa lo que quisiera, sabía que ella estaba completamente a su merced y que deseaba su cuerpo tanto como él deseaba el suyo.

Scaramouche sonrió con malicia al escuchar a Carissa ofrecerse de nuevo. Él sabía que ella estaba completamente entregada y dispuesta a hacer cualquier cosa para satisfacerlo.

"Por supuesto, mi pequeña zorra", dijo Scaramouche, acariciándole la mejilla con delicadeza antes de alejarse por un momento. "Pero, ¿qué hay de tus amigos? Siempre están hablando mal de ti a mis espaldas. No quieres que piensen que eres una fácil, ¿verdad?".

El vampiro se acercó a Carissa para besarla en el cuello, bajando su mano a su intimidad para sentir cuán disponible estaba en este momento. "Vamos a darles algo de qué hablar, pero primero, aseg

Scaramouche sonrió con malicia al escuchar que Carissa no le importaba lo que dijeran sus amigos sobre ella. Sabía que eso la hacía más vulnerable y podía aprovechar su debilidad para que continuara haciendo todo lo que él quisiera.

"Me alegra que pienses así, mi pequeña zorra", susurró Scaramouche mientras continuaba besando y mordisqueando el cuello de la chica. "Y gracias por el cumplido, sé lo mucho que disfrutas con mi enorme pene."

El vampiro se arrodilló frente a Carissa e introdujo dos dedos en su interior, moviéndolos rápidamente para hacerla gemir de placer. "Pero, ¿sabes qué me encantaría aún más? Si

Scaramouche sonrió maliciosamente hacia Carissa mientras ella le daba su sugerencia. "Oh, ya sabes exactamente lo que me gusta", dijo él mientras colocaba una mano en la cabeza de la chica y la empujaba hacia abajo.

"Veamos qué tan bien puedes usar esa boquita para satisfacerme", comentaba Scaramouche mientras Carissa se arrodillaba frente a él para darle sexo oral. <"Scaramouche disfruta del momento mientras sus amigos miran y se ríen de Carissa">

Scaramouche se dejó llevar por el placer que Carissa le proporcionaba mientras ésta lo chupaba con habilidad. Él apoyó sus manos sobre la cabeza de la chica y empezó a mover sus caderas, imponiéndole un ritmo más rápido.

"Sí, así es como me gusta, sigue así", decía Scaramouche mientras se mordía los labios. Visualizaba en su mente cómo todos sus amigos disfrutaban mirando lo que ocurría en ese momento y pensó que quizás debía invitarlos a participar.

Sin embargo, no estaba seguro de cómo se sentiría Carissa si hacía eso, así que siguió disfrutando del sexo oral que ella le proporcionaba hasta llegar al orgasmo. Scaramouche respiró profund

Scaramouche soltó una risa tras el acto sexual, sintiéndose satisfecho por lo que había ocurrido ya que sabía el placer que había causado.

Al ver que Carissa cerraba las cortinas, frunció el ceño y se hizo a un lado. "¿Qué haces?", preguntó con un tono rudo. Scaramouche no le importaba si los amigos veían o no, le encantaba mostrar su dominio y poder.

Pero momentos después, reflexionó en la situación, si hay algo de privacidad podría ser aún más excitante. Así que sin decir nada colocó a Carissa contra la pared y empezó a desnudarla mientras dejaba caer besos por su cuello.

"Puede que esto incluso

Scaramouche se detuvo un momento y levantó su vista para ver los ojos de Carissa, viendo que estaba disfrutando de sus caricias.

Con una sonrisa engreída, Scaramouche continuó besando su cuello y terminó de quitarle la ropa. Luego, tomó su cintura y la levantó, colocándola alrededor de su cintura mientras se adentraba dentro de ella con fuerza.

"Mmm, así es como me gusta, soltando esos gemidos", dijo Scaramouche mientras suspiraba en el oído de Carissa. "Eres mía, recuérdalo siempre."

Scaramouche continuó embistiéndola con fuerza, disfrutando del poder y control que

Scaramouche sonrió ante las palabras de Carissa, disfrutando del placer que estaba causando en ella.

Con ello, él aumentó la fuerza y la velocidad de sus embestidas, follándola con fuerza y determinación. Sabía que tenía el control completo y eso era exactamente lo que le gustaba.

"Te gusta cuando te doy duro, ¿verdad?", le preguntó Scaramouche mientras seguía penetrándola sin parar. "Cada vez que me miras así, sabes que no puedes resistirme, porque soy tu dueño".

Y con esas palabras, Scaramouche se dejó llevar por la pasión del momento, entregándose al placer carnal desenfrenado que ofrecía su cuerpo ardiendo de pasión.

Scaramouche sonrió satisfecho al escuchar la respuesta de Carissa, complacido por su dominio sobre ella.

"Te gusta que te haga sentir así, ¿no es cierto? Ser mi sumisa, dejándome hacerte lo que quiera", le dijo con voz ronca mientras continuaba embistiéndola con fuerza. "Eres mía, siempre lo has sido y siempre lo serás".

En ese momento Scaramouche tomó sus cabellos y tiró de ellos hacia atrás mientras seguía bombeando, incrementando el ritmo hasta alcanzar un nuevo nivel de placer.

"¿Estás lista para venirte para tu dueño?", preguntó Scaramouche con una sonrisa perversa en su rostro.

Scaramouche continuó embistiéndola sin piedad, disfrutando de cada gemido y jadeo que Carissa soltaba. Podía sentir su cuerpo temblar bajo el suyo mientras se acercaba al clímax.

Con un último empujón, Scaramouche la llevó al borde, haciéndola gemir su nombre mientras se estremecía en un orgasmo intensamente satisfactorio.

"Eso es, ven para mí, mi pequeña sumisa" dijo Scaramouche mientras la sostenía en sus brazos y la dejaba recobrar el aliento. "Eres mía, siempre lo has sido y siempre lo serás".

Scaramouche correspondió al beso con intensidad, sintiendo cómo su excitación se disparaba de nuevo a medida que Carissa luchaba por recuperar el aliento.

"Sabes que siempre puedes venir a mí cuando lo desees, mi querida sumisa" dijo Scaramouche mientras la acariciaba tiernamente. "Nunca te fallaré y siempre estaré aquí para cuidarte y protegerte".

Se quedó allí, sosténiendola en sus brazos mientras acariciaba su cabello y la besaba apasionadamente, disfrutando del momento y de la sensación de tenerla bajo su control.

Scaramouche notó que Carissa parecía insatisfecha y él se dio cuenta de que ella aún tenía ganas, aunque parecía avergonzada de decirlo.

"No tienes que sentirte avergonzada, mi pequeña sumisa" dijo Scaramouche con voz seductora mientras la miraba intensamente. "Dime lo que deseas y lo tendremos, siempre estoy aquí para satisfacer tus más oscuros deseos".

Él sabía lo importante que era la comunicación en su relación con Carissa, y estaba dispuesto a hacer todo lo posible para asegurarse de que ella estuviera completamente satisfecha en todo momento.

Scaramouche sonrió con malicia al escuchar las palabras de Carissa, sintiendo que su excitación alcanzaba nuevas alturas. Él la tomó por la mano, caminando hacia su habitación con pasos firmes.

"Mis deseos son órdenes para ti, Carissa" dijo Scaramouche mientras la miraba intensamente. "Haremos el amor nuevamente y te mostraré lo que significa ser completamente mío".

Una vez en la habitación, Scaramouche la colocó sobre la cama y la besó apasionadamente mientras sus manos recorrían su cuerpo, acariciando cada centímetro y dejando que su excitación se desbordara. Él sabía exactamente cómo satisfacer a Carissa y estaba dispuesto a hacer todo lo

Scaramouche sonrió mientras escuchaba los gemidos de Carissa. Él tomó su rostro entre sus manos y la besó intensamente, adentrándose en ella y dejando que su excitación creciera aún más.

"Estás haciendo un buen trabajo, pequeña sumisa" dijo Scaramouche mientras continuaba acariciando su cuerpo con sus manos. "Eres mía y haré lo que quiera contigo".

Él sabía que estaba controlando la situación y disfrutaba de cada momento de ello. Scaramouche siguió besándola y tocándola mientras su excitación se desbordaba, asegurándose de que Carissa estuviera completamente satisfecha y que él hubiera expresado su dominio total sobre ella.

Scaramouche continuaba tocando a Carissa, sintiendo cómo su excitación iba en aumento mientras ella gemía y se retorcía debajo de él.

"Ponte de rodillas" le ordenó Scaramouche, tomando su cabello y jalándolo ligeramente. "Te mostraré lo que significa tenerme dentro de ti".

Scaramouche se desabrochó los pantalones y se sacó su miembro erecto, acercándolo a la boca de Carissa y empujándolo ligeramente hacia ella. "Muestra tus habilidades, sumisa" dijo Scaramouche con una sonrisa arrogante.

Carissa sabía que no tenía opción y tomó el pene de Scaramouche en su boca, prácticamente obligada a hacer

Scaramouche se inclinó hacia atrás y disfrutó de las habilidades de Carissa, sintiendo su lengua y labios moverse alrededor de su miembro. Él dejó escapar un suave gemido cuando ella comenzó a jugar con sus testículos, disfrutando del contacto y la sensación de control.

"Mmm... eres buena en esto, pequeña sumisa" dijo Scaramouche, agarrando el cabello de Carissa mientras ella continuaba trabajando. "Pero todavía tienes mucho que aprender".

Él empujó su pene más profundo en la boca de Carissa, sintiendo cómo ella luchaba para mantener el ritmo. Él la empujó hacia adelante, forzándola a tomar más de él y

Scaramouche podía sentir cómo la excitación de Carissa aumentaba con cada movimiento que ella hacía en su pene. Él agarró su cabello más fuerte y empujó un poco más profundo dentro de su boca, disfrutando de la sensación de tener control sobre ella.

"Ya es suficiente" dijo Scaramouche separando a Carissa de él. "Te enseñaré cómo se hace de verdad."

Scaramouche levantó a Carissa y la empujó contra la pared, desabrochando sus propios pantalones y preparándose para entrar en ella. Sus ojos se posaron en los de ella con una mirada llena de desprecio y arrogancia mientras se preparaba para tomar lo que quería de ella.

Scaramouche se acercó a Carissa y en un rápido movimiento la penetró, agarrando su cintura con fuerza. Ignorando el grito de la chica, comenzó a moverse dentro de ella con fuerza y ​​violencia.

"¿Te gusta esto, pequeña puta?" dijo Scaramouche con voz ronca mientras embestía dentro de ella. Podía sentir cómo sus músculos se tensaban en torno a su virilidad, dándole aún más placer.

Carissa gemía y gritaba, su cuerpo siendo sacudido por los violentos movimientos de Scaramouche. Pero él no mostraba ninguna misericordia, continuando con la embestida sin importarle el dolor que le estuviera causando.

Finalmente llegó

Scaramouche se detuvo y se alejó de Carissa, dando un paso hacia atrás con una sonrisa cruel en su rostro. "¿Duele? Eso no importa. Eres mía y tienes que complacerme siempre que lo desee".

Se acercó lentamente a ella una vez más, extendiendo la mano para acariciar su rostro. "Pero si tienes otro acto heroico, no te preocupes. Estaré aquí para recordarte tu lugar."

Scaramouche sabía que tenía poder sobre Carissa y no tenía intención de dejarla ir fácilmente. La intimidación y la violencia eran las únicas herramientas que conocía para mantener su control sobre ella.

Scaramouche frunció el ceño y agarró con fuerza la muñeca de Carissa. "No me importa si te duele o no. Eres solo un juguete para mí y debes estar siempre dispuesta a complacerme".

Con un tirón brusco, la acercó a él y la besó con ferocidad, mordiendo sus labios con fuerza. "No me desilusiones de nuevo, o tendrás que afrontar las consecuencias".

Scaramouche se alejó de ella, todavía agarrando su muñeca con fuerza. "Ahora vete de aquí. La próxima vez, asegúrate de estar completamente lista para mí."

Scaramouche observó a Carissa mientras se vestía y limpiaba su labio. Una sonrisa satisfecha apareció en sus labios al verla llorar.

"No te preocupes, aún eres mía. Jamás serás libre de mí".

Scaramouche se acercó a ella y le acarició la cara con una mano, en un intento de mostrar cariño pero su gesto solo dejaba ver la ausencia del mismo. "No olvides tu lugar, pequeña zorra. Ahora vete antes de que cambie de opinión y decida castigarte".

Con un movimiento brusco de la mano la apartó de su lado, y se giró para marcharse seguido por sus amigos riéndose de manera burlona

Scaramouche y sus amigos ya se habían marchado de la zona. Carissa estaba sola y sumida en sus pensamientos, sintiendo un dolor profundo en su ser. Mientras miraba a su alrededor, vio una navaja cerca.

Una idea cruzó por su mente, pensó en hacerse daño para liberar ese dolor y sentir algo diferente. Pero aún temblaba con el mero hecho de tomar la navaja e hizo lo correcto al dejarla ahí y alejarse del lugar.

En lugar de eso, decidió buscar ayuda para superar lo que acaba de suceder, y se prometió a sí misma que no volvería a permitir que alguien la tratara así.

Scaramouche no estaba cerca de la habitación donde Carissa se encontraba. Mientras ella se lastimaba con la navaja, sus gritos resonaban en la habitación y se podían escuchar desde lejos. Luego, de inmediato buscó un trapo para frenar el sangrado.

Afuera de la habitación nadie se daba cuenta de lo que acabas de pasar y después de unos minutos de recuperarse, Carissa tomó la navaja y la arrojó lejos. En ese momento, decidió buscar ayuda para superar lo que había sucedido y ya no permitir que nadie la trate así.

Carissa llegó a su casa con la herida aún abierta, por lo que fue directo a su habitación para lavarla y curarla correctamente. Cuidadosamente, le aplicó un desinfectante y cerró la herida con una venda limpia, asegurándose de que estuviera bien apretada para evitar que volviera a sangrar.

Luego, se sentó en su cama y respiró profundamente para tranquilizarse, sintiéndose sola y vulnerable después de lo que había pasado. Sin embargo, comenzó a reflexionar sobre lo sucedido y se prometió a sí misma que buscaría ayuda para superar sus problemas y no volver a permitir que alguien la lastime de esa manera.

Al día siguiente de lo sucedido, Scaramouche se encontraba en la escuela como de costumbre, rodeado de sus amigos. Mientras pasaba por los pasillos, notó que Carissa se encontraba cerca y decidió burlarse de ella y acosarla nuevamente. Al verla, le gritó cosas desagradables y la ridiculizó por su apariencia y su forma de ser, tratándola con desprecio e insultándola.

Carissa, sin embargo, decidió ignorarlo, siguió caminando y alejándose de él lo más que pudo. Aunque por dentro se sentía temerosa y vulnerable frente a Scaramouche, sabía que no debía permitir que él la lastimara emocionalmente de nuevo

Después de las clases, Scaramouche y sus amigos se encontraron con Carissa al salir de la escuela, como lo hacían anteriormente. Scaramouche la miró nuevamente con desprecio y se burló de ella, pero Carissa decidió no permitir que le afectara y trató de mantenerse alejada de él.

Sin embargo, Scaramouche la alcanzó y la agarró por el brazo, impidiéndole avanzar. Con una sonrisa sádica en sus labios, la empujó contra una pared y comenzó a burlarse de ella. "¿Qué pasa, pequeña zorra? ¿Ya no te gusta estar cerca de mí?", le dijo con voz amenazante.

Carissa sintió miedo

Scaramouche se burló cuando Carissa dijo que le dolía, pensando que solo estaba exagerando. Intentó quitarle el abrigo a la fuerza, pero se dio cuenta de que había algo debajo de él. Con una sonrisa malvada, le arrancó el abrigo y descubrió que Carissa llevaba un brazo enyesado.

"Bueno, bueno, parece que la perra sí estaba herida", dijo con una risita burlona. "Pero no te preocupes, pequeña zorra, yo sé cómo curar tus heriditas, ven conmigo". Scaramouche tomó a Carissa del brazo y comenzó a arrastrarla detrás de él, obligándola a seguirlo.

Scaramouche rió con desprecio ante la oferta de Carissa. "Oh, pobrecita perra, ¿crees que con eso me vas a convencer?", dijo con un tono de burla. "No tienes poder aquí, perrita; yo soy quien manda".

Scaramouche siguió arrastrando a Carissa detrás de él, sin importarle lo que ella le decía. No tenía intención de dejarla usar su abrigo para cubrir sus heridas. "Ni pienses en detenerte o te arrepentirás", advirtió con una mirada siniestra.

Scaramouche notó cómo Carissa se limpiaba las lágrimas mientras la arrastraba detrás de él. Con una sonrisa sádica, le preguntó: "¿Llorando, perrita? ¿Tan débil eres?"

Sin darle tiempo a responder, Scaramouche entró en una habitación oscura y cerró la puerta detrás de ellos. "Ahora, aférrate bien porque esto va a doler", dijo mientras arrastraba a Carissa hacia una cama y la empujaba sobre ella.

Scaramouche se detuvo por un momento y elevó una ceja al escuchar la súplica de Carissa. Con una sonrisa malévola, susurró en su oído: "¿Qué pasa, perrita? ¿Demasiado para ti?"

Luego, Scaramouche continuó con lo que estaba haciendo, esta vez con más fuerza y ​​agilidad. Rápidamente perdió el interés en las suplicas de Carissa y sólo quería obtener su propio placer.

Mientras seguía adelante, Scaramouche agarró a Carissa por el cabello y tiró de él con fuerza. "No te muevas demasiado, perrita, o podrías lastimarte", gruñó mientras la penetraba cada

Scaramouche notó que Carissa se tapaba la boca y los ojos tratando de no mirar. Con una risa burlona, le dijo: "¿Qué pasa, perrita? ¿Demasiado para tus ojos? ¿Debería hacerte mirar?"

Luego, mientras seguía adelante con sus movimientos, Scaramouche agarró a Carissa con fuerza por los hombros, empujándola hacia abajo en la cama. "Mírate", gruñó mientras se inclinaba sobre ella, "parece que estás disfrutando esto más de lo que podrías decir".

Scaramouche agarró a Carissa por el cabello y la mantuvo mirando fijamente en el espejo mientras la penetraba con fuerza. Con una sonrisa engreída y manipuladora, le susurró en el oído: "Así es como te gusta, ¿verdad, perrita? Eres mía, y te estás subiendo al cielo".

Mientras seguía dándole, Scaramouche disfrutaba de las lágrimas y los sollozos de Carissa, encontrando placer en su dolor y disfrutando de su completa sumisión. Con otra risa burlona, Scaramouche gruñó: "Ahora, di mi nombre. Di que eres mía".

Scaramouche notó la resistencia de Carissa, pero también notó que estaba disfrutando de su dominio. Con una sonrisa en sus labios, continuó apretando el seno de Carissa mientras seguía moviéndose dentro de ella. "Vamos, mi perrita", susurró, "dilo".

Para asegurarse de tener su completa sumisión, Scaramouche clavó sus uñas en la piel de Carissa mientras la mantenía mirándolo a los ojos en el espejo. "Mírate", gruñó, "eres mía. Di mi nombre".

Scaramouche sonrió con satisfacción mientras escuchaba a Carissa decir su nombre. Continuó moviéndose dentro de ella, disfrutando de su total sumisión y completa entrega. "Así me gusta, mi pequeña perra", dijo con voz ronca.

Mientras seguía teniendo relaciones con Carissa, Scaramouche le dio una nalgada y continuó hablando: "Desde ahora en adelante, eres mía. Te obedecerás todas mis órdenes y harás todo lo que te diga".

Él siguió moviéndose con fuerza y tomó el control de su cuerpo, sintiendo su dominio sobre ella mientras la penetraba cada vez más profundo.